Después de una larga jornada de trabajo, la mayoría de los santiaguinos se desconecta de la pega. Hay otros, sin embargo, a los que el día se les hace corto. No quieren soltar el computador. Son verdaderos pájaros nocturnos que se quedan hasta altas horas de la noche estructurando ideas y proyectos personales para los que no hubo tiempo durante el día.

Felipe Peña es un de ellos. Este trasnochador ingeniero civil informático y desarrollador de aplicaciones web, reunió el jueves pasado a una treintena de emprendedores noctámbulos como él en el SNS Café (Victoria Subercaseaux 7), en una inusual jornada de trabajo que se extendió hasta pasadas las dos de la madrugada.

La idea la trajo de Nueva York, donde las sesiones de nightowls (pájaros nocturnos) son todo un fenómeno en expansión, pese a que nació hace apenas un año. "Cuando uno está con más personas trabajando, suele motivarse más y hay retroalimentación", dice Peña, quien trabaja para el fondo de capitales de riesgo Aftermath, desarrollando aplicaciones web de Iphone y Android. "Nuestro jefe en Estados Unidos, David Tannenbaum, es amigo del fundador de los New York Nightowls. De ahí nació la idea de replicar el modelo aquí", cuenta.

Peña describe el perfil de los nightowls: personas a las que siempre se les están ocurriendo ideas y que están dispuestas a dar su tiempo por ellas. Profesionales con convicción, con ganas de sacrificarse, a los que les da lata estar siempre en su casa y que no encuentran un café con conexión que esté abierto después de las 22.30 horas.

Entre búhos

En Santiago, los emprendedores que se reunieron el jueves en el SNS Café fueron los primeros entusiastas nightowls en Latinoamérica. "Yo mismo estoy con varios proyectos que quiero sacar adelante y con mis socios siempre tenemos dificultades para encontrar un lugar donde trabajar después de los horarios formales. Por eso me encantó el concepto y quisimos involucrarnos en la organización", dice Ricardo Moreno, jefe de Comunicación Digital en la Universidad de Los Andes. El fue el encargado de convocar a los nightowls santiaguinos a través de Meetup, una red que ayuda a organizar grupos locales.

José Miguel Lueiza (31), ingeniero civil en Computación y desarrollador web de lan.com, fue uno de los que asistieron a la sesión del jueves en el SNS Café, donde se encontraron ingenieros, diseñadores, comunicadores audiovisuales, programadores, aficionados a las redes sociales y universitarios con proyectos propios. Lueiza cuenta que desde ya está esperando que se fije la próxima reunión, pese a que por la alta convocatoria de esa noche, la conexión a internet colapsó y los asistentes terminaron dedicados más a la conversación que al trabajo. "Quiero volver por la amplia gama de gente con la que te encuentras. Siempre resulta productivo y enriquecedor conocer a otros que están en lo mismo", remata.