La revista Entertainment Weekly dedicó un artículo su impacto en Twitter y la respetada publicación Variety ya anticipa que su rol como Superman en la nueva cinta sobre el personaje, El hombre de acero lo convertirá en superestrella. Dos datos que demuestran que Henry Cavill -desde el jueves está en salas locales protagonizando la nueva cinta sobre el superhéroe-, está en camino a convertirse en el nuevo galán codiciado de Hollywood. Un apronte que se apoya en los US$ 196,7 millones que recaudó el filme en el mundo durante sus primeros cuatro días de exhibición, de acuerdo con estimaciones de su estudio. US$ 125 millones de los cuales acumuló sólo en Estados Unidos.

Pero los inicios del actor no daban ninguna pista de que esa sería su senda. De hecho, los productores de El conde de Monte Cristo, uno de sus primeros trabajos en el cine, le exigieron que bajara de peso, por encontrarlo demasiado macizo para el rol del hijo del protagonista. Una experiencia que coincidió con su trauma escolar, del que ha hablado en entrevistas, cuando sus compañeros lo apodaban "Gordo" Cavill y él llamaba a su madre todos los días desde el internado inglés donde estudiaba, llorando.

Según contó el mismo actor a la edición británica de GQ, esa rutina sólo terminó cuando su madre, Marianne, dueña de casa, se hartó de tantas lágrimas y le pidió al cuarto de sus cinco hijos que dejara de llamarla. Y Cavill, quien había crecido con un padre de familia miembro de la marina convertido en agente de la Bolsa, no tuvo más remedio que acatar las órdenes.

Según ha contado el actor, el bullying no terminó porque dejara de llorar: no pararon de decirle "Gordo" Cavill ni dejó ser blanco de burlas. "Tenía sobrepeso cuando estaba en el colegio y también cuando terminé, sólo era más alto".

No todo fue malos recuerdos durante su etapa escolar. Porque en esa etapa el futuro Clark Kent fue parte de los extras de la película Prueba de vida (2000), con Russell Crowe. Pero a diferencia de los compañeros de clase, que se quedaron embobados mirando al actor, Cavill se le acercó para preguntarle cómo era el mundo de la actuación y contarle que estaba pensando en unirse a él. Tras el encuentro, Crowe le envió una encomienda de regalo a Cavill quien, ha contado, todavía guarda sus contenidos de recuerdo, incluso luego de que el protagonista de Gladiador interpretara a su padre en El hombre de acero.

Pero la suerte como actor todavía tardaría en llegar. Aunque a los 17 años Cavill consiguió finalmente el rol en El conde de Montecristo, que le exigió bajar 12 kilos y dejar atrás su sobrenombre, no todo sería tan fácil.

Porque aunque tuvo un rol en Los Tudor como el amigo de Enrique VIII, Charles Brandon, durante cinco temporadas, Cavill no logró concretar otras oportunidades que habrían lanzado su carrera. Así, por ejemplo, le pasaron por delante las chances de ser Superman en el anterior intento por revivir la franquicia, de encarnar a James Bond y de lograr personajes en Crepúsculo e incluso Harry Potter. Todo mientras trabajaba en un una discoteque en Jersey y en un bar en Londres, dependiendo donde viviera en ese momento. Su sueldo, en todo caso, lo usaba para pagar los pasajes a Los Angeles para seguir yendo a audiciones. De hecho, como contó en una entrevista a la BBC: "Después de tantos años de estar cerca de grandes roles, construyes un tipo de capa protectora y te preparas para que te digan 'No' y que así no duela tanto". Una filosofía que lo llevó a pensar que la llamada que recibió de Zack Snyder, director de El hombre de acero, era para decirle que el rol no sería suyo.

Una llamada que casi perdió por estar jugando el videojuego online de roles World of warcraft, gracias a un fanatismo por los computadores, que partió cuando jugaba en línea con sus hermanos, cada uno en su propio computador.

Un dato nada glamoroso para un ex modelo de Dunhill y el actor más popular de estos días. Pero que sí concuerda con el tipo que admite abiertamente ser fan de la serie de ciencia ficción Battlestar Galactica y de los canales History Channel y National Geographic. Además, es un tipo reservado que, cuando le preguntan por su vida amorosa, contesta escuetamente a Details que su novia se llama Gina. Esto refiriéndose a Gina Carano, la ex luchadora que protagonizó Haywire de Steven Soderbergh y ahora comenzó una incipiente carrera cinematográfica.

Los pasos de Cavill antes de Superman siguieron poco prometedores: una cinta de acción con Bruce Willis que salió directo al video e Inmortales, una fantasía de mitología griega que pasó sin pena ni gloria.

Ahora, eso está a punto de cambiar. "El éxito en el estreno de El hombre de acero, que debería llevar a una recaudación global considerable, significa que Cavill tiene una mucho mayor oportunidad de convertirse en un protagonista reconocido en el mundo", apuntó Variety rematando: "no hay nada como un taquillazo mundial para impulsar a un actor a la estratosfera". Por ahora, Cavill ya tiene la secuela de Superman y los protagónicos de The great wall y The Man from U.N.C.L.E. para seguir escalando posiciones.