UN LADO para los libros y el otro para los videos. Es la singularidad de YotaPhone, el smartphone ruso presentado el martes en Moscú y que se pondrá a la venta en una veintena de países europeos y del Medio Oriente.
Al igual que sucede en China, Rusia es un mercado diferente en tecnología, donde no imperan el buscador Google (triunfa el local Yandex) ni centros comerciales extranjeros como Amazon (el número uno es Ozonn.ru). También en móviles aspiran a no depender de otros. Es el caso de Yota, que ha diseñado uno de los smartphones más atrevidos y que resuelve uno de sus problemas, el de la pantalla pensada más para ver videos o fotos que para leer largos textos, que consume demasiada energía y calienta el aparato. YotaPhone lo intenta solucionar con dos pantallas.
Mostrado en la pasada edición de la Mobile World Congress (MWC) de Barcelona, la empresa ha anunciado que en 2014 su YotaPhone se pondrá a la venta en Europa y Oriente, después de que se empiece a lanzar tímidamente en Austria, Francia, Alemania y España, además de Rusia. De momento, la empresa tiene 10.000 peticiones. Su precio: 442 euros en Rusia, 499 en Europa (unos 250 mil pesos chilenos).
"Si realmente la marca tienen éxito, en dos o tres años todo el mundo nos estará copiando", declaró a Reuters el presidente ejecutivo de Yota Devices, Vlad Martínov, que descartó vender el móvil en Estados Unidos.
YotaPhone no llega tarde a Rusia, aunque quizá sí a otros países más desarrollados en este terreno. Si en España la mayoría del parque es de smartphones, en Rusia apenas llega al 40%. En este país reina Samsung con móviles de medio y bajo precio, además de los básicos de Nokia. Pero las cosas están cambiando: en noviembre, por primera vez las ventas de teléfonos inteligentes superaron en Rusia a la de los teléfonos móviles básicos, aunque si se considera el valor de las ventas que registran los smartphone, estos ya representan el 85% del total.
El YotaPhone, ensamblado en China con componentes de Japón y Taiwán, cuenta con varias diferencias técnicas respecto de otros smartphones. Incluye pantalla retroiluminada de cristal líquido (LCD) y otra de tecnología e-ink, en blanco y negro, que es la habitual en los lectores electrónicos. Ambas pantallas, situadas una delante y otra detrás del aparato, son de 4,3 pulgadas, algo mayores que la del iPhone, con un peso de 146 gramos (112 el iPhone). El celular cuenta con dos cámaras, una de 13 megas y otra de uno. Según la exhibición de Martínov, ambas pantallas se entienden, pues se pueden arrastrar imágenes de una a otra.
"Es un nuevo tipo de gadget. El problema de los smartphones es que su pantalla está siempre en negro, dormida, y nos parece un error fundamental", señalaba Martínov. La pantalla e-ink permanecería siempre encendida, dispuesta para la lectura, pero también para recepción y envío de mensajes de las redes.
Este teléfono llamó la atención del cofundador de Apple, Steve Wozniak, que en una reciente entrevista, declaraba: "Un teléfono ruso me tiene cautivado". No recordaba ni su nombre, pero aseguró que le parecía un equipo "rompedor". Hay que recordar que Wozniak (63), junto a Steve Jobs, creó el computador personal, el Mac, con la primera interfaz gráfica de la historia. Steve Wozniak quería hacer computadores para dueñas de casa, estudiantes y cualquiera que tuviera algo que contar, algo que crear sin necesidad de tener conocimientos informáticos. Su invención revolucionó la tecnología y el mercado de consumo para siempre. El cofundador de Apple puso los conocimientos técnicos y una gran dosis de paciencia. Se dice que Jobs era la potencia visionaria.
Wozniak todavía mantiene una cantidad no revelada de acciones en la compañía de la manzana que le permiten no tener que pensar en las cuentas de fin de mes. Además, es considerado una suerte de gurú por miles de fanáticos de la tecnología en todo el mundo. Por ello no es raro encontrarlo opininando sobre nuevos productos, tal cual ha hecho ahora con el Yota. Sobre sus teléfonos preferidos es claro en señalar que "me quedo con el iPhone 4. Cuando Apple lo sacó me sorprendió el diseño exterior, tan pulido y bien hecho. Para mí, la disposición de la antena fue una mejora muy importante. De acuerdo en que el iPhone 5 es más potente y mejor, pero el salto de verdad lo aprecio en el 4".
También se confiesa fanático de los teléfonos Android, los cuales usa habitualmente. "Son mis teléfonos secundarios. Mis dos primeros teléfonos son iPhones y luego tengo dos Android. Vengo de Apple, recuerda, pero me gusta experimentar y ver qué cosas buenas hacen otros. Leo todo y busco novedades. Me gusta poder usar Android puro, limpio, pero, por primera vez, con el Samsung Galaxy S4 y el HTC One me sentí cómodo con el software que traen, más que la versión limpia de Google. Esos dos modelos me gustan tanto en la versión limpia como la del fabricante. Lo que no soporto es el software que suelen meter la operadoras", concluye.