Todas las semanas el arquitecto Tomás Labra (34) sale a trotar por el circuito deportivo de avenida Pocuro, en Providencia y termina su rutina en las máquinas de la plaza Río de Janeiro. Según un estudio hecho en 2011 por Rodrigo Mora, académico del Laboratorio Ciudad y Territorio de la UDP, el 60 por ciento de los usuarios de los gimnasios al aire libre de esta calle los ocupa más de tres veces a la semana.

Mora analizó esos módulos que hay en Pocuro y se adentró en un área de estudio novedosa: el efecto y uso de los gimnasios al aire libre en Chile, donde cerca del 70 por ciento de las personas se declara sedentaria y un cuarto de la población tiene sobrepeso. "Esto tiene que ver con un tema que aquí no es muy mainstream, pero sí en Estados Unidos, Inglaterra o Australia: las ciudades saludables o activas y tratar de entender cómo el medio urbano puede favorecer modos de vida activos en la población dada la epidemia de obesidad que hay en el mundo", dice Mora.

Hoy el académico tiene un fondo de investigación en Salud de Conicyt, con el que está catastrando todos los gimnasios al aire libre que hay en las 32 comunas de Santiago más las de Puente Alto y San Bernardo y averiguando cómo los aprovechan los vecinos. Según los resultados preliminares, actualmente hay 1.981 gimnasios de este tipo. Ahora, durante este mes, comenzará una encuesta piloto entre sus usuarios para caracterizarlos.

Gimnasios para todos

El concepto de las plazas saludables llegó a Chile en 2006 con el empresario Tomás Reyes. Mientras vivía en China le tocó ser testigo en Shanghai y Beijing de una campaña gubernamental que instalaba estos aparatos para generar una cultura deportiva de cara a los Juegos Olímpicos de 2008. Cuando llegó de vuelta comenzó a ofrecer la idea en municipios. Gracias a eso hoy es gerente general de Plazactiva, el principal proveedor de gimnasios al aire libre en Chile, junto con la firma Fahneu, otra de las cuatro o cinco compañías que se reparten el mercado.

Las primeras máquinas se instalaron en noviembre de 2006 en la Plaza Edison de Quinta Normal. Luego llegaron a La Pintana, Providencia y Viña del Mar. Para 2011 ya había más de 100 gimnasios al aire libre en Chile, los que comenzaron a ser utilizadas por el recién estrenado programa Elige Vivir Sano, que incluso llevó especialistas a explicar cómo usarlos. En enero de ese año, el ministro de Salud de la época, Jorge Mañalich, y la alcaldesa de Renca, Vicky Barahona, presentaron la remodelación de la Plaza Mayor de la comuna con un gimnasio de este tipo. Era la primera "plaza saludable" de Chile, concepto que luego se masificó por el país.

Hoy la realidad es otra. Son las siete de la tarde en Renca y Andy Canales (25) está solo en las máquinas inauguradas con tanto entusiasmo. "Casi siempre soy el único que las ocupa. Las personas me miran como diciendo 'qué raro'", cuenta entre aparatos rayados, descompuestos, sin sus almohadones de protección ni elíptica, la que desapareció una noche y nunca fue repuesta. 

Existe la impresión de que ese escenario no es exclusivo de Renca y que hay más gimnasios desaprovechados. "Algunos no tienen mantención y la gente no los usa por eso o por problemas de acceso. Si bien esto no es generalizado, sí es algo que hemos recogido", dice Anselmo Cancino, jefe del Departamento de Promoción de la Salud del Minsal, ministerio que desde 2012 destina fondos por 3.300 millones de pesos anuales para que los municipios lleven a cabo iniciativas de vida sana, entre las que se cuenta la instalación de estas máquinas.

Los expertos dicen que un problema importante es que no siempre los municipios planifican la ubicación de los gimnasios y por eso terminan emplazados lejos de zonas residenciales o en lugares de difícil acceso, entre autopistas o en sitios eriazos. Rodrigo Mora se topó en la comuna de Lo Gallardo con dos máquinas ubicadas a la orilla de un camino rural. "Perdidas en medio de la nada, olvidadas", dice y explica que en cambio cuando están en los circuitos en que la gente se ejercita -como ocurre en Pocuro-  son más usadas por la población.

¿Calidad o cantidad?

La estudiante de filosofía Daniela Rivera (19) tiene uno de estos gimnasios a dos cuadras de su casa, en Pedro de Valdivia con Simón Bolívar, pero prefiere usar el de la plaza Río de Janeiro. "Varias comunas han privilegiado la instalación de gimnasios de una o dos máquinas, lo que produce una atomización", explica Mora. Según su estudio, un 14 por ciento de los gimnasios en el Gran Santiago está en esa situación y tiene entre uno y dos aparatos. "La pregunta es cuán efectivas son estas instalaciones al final y qué carga por mantención suponen para el municipio", explica el investigador de la UDP. Él recomienda en cambio que haya al menos tres aparatos donde se cubran distintas funciones: ejercicios aeróbicos - con corredoras o elípticas-; de fuerza y musculatura -remadoras o barra-; y de flexibilidad y elongación -movimientos de cintura-.

Para Tomás Reyes los problemas de mantención responden principalmente a las diferencias de recursos de las comunas más que a su emplazamiento o al uso que se les da. "El cuidado que tiene la gente de las máquinas es súpertransversal. De hecho creo que, por ejemplo, en La Pintana las cuidan más porque la gente de esa comuna difícilmente va a tener acceso a un gimnasio y casi todos tienen patios muy reducidos entonces el parque se transforma en su jardín", dice el fundador de Plazactiva.

Para Mora el problema es otro. "Los alcaldes necesitan agraciarse con varias juntas de vecinos y esta es una forma bastante vistosa de hacerlo: es una obra que queda en el tiempo y todo el mundo la ve", dice y explica que además  su bajo precio comparado con otras obras los hacen más atractivos. "Cada máquina cuesta como 300 mil pesos. Con 20 millones puedes hacer 10 o 20 plazas, lo que es barato. La pregunta es qué conviene más, hacer 10 bien o 20 más o menos".

Según el programa Elige Vivir Sano han detectado que otra de las complicaciones es que la mayoría de la población no sabe cómo usarlas. "Por eso estamos haciendo videos que se pueden mirar en el teléfono mientras se usa la máquina o en la casa para guiar a los usuarios", dice Teresa Boj, secretaria ejecutiva de ese programa, sobre los tutoriales que subirán a la página eligevivirsano.cl.