Inicialmente pudo más su timidez. Pedro Carcuro llegó a TVN en junio de 1969 y tres meses después lo hizo Sergio Livingstone, con el historial como arquero y ex seleccionado nacional a sus espaldas. El periodista recuerda: "Me daba vergüenza hablar con él, estar con Sergio era como estar con un gigante". Con el correr de las semanas, cuenta, "nos fuimos acercando", aunque no como dupla: "El primer conductor del área deportiva del canal fue Gustavo Aguirre y yo era una especie de productor. El se fue al poco tiempo y fue llegando otra gente al área, y en ese ir y venir, con Sergio nos fuimos transformando en una pareja estable".

"Fue algo casi casual", rememora el relator al otro lado del teléfono, desde Nueva York, para reconstruir su historia, la de Livingstone y la de varias generaciones: ellos se convirtieron en la pareja de conductores más longeva de la televisión chilena. 43 años que dejan atrás, muy atrás, a los 14 años que condujeron juntos Cecilia Serrano y Bernardo de la Maza 24 horas o a los nueve años en que Margot Kahl y Jorge Hevia animaron Buenos días a todos. "Yo siempre he dicho que lo más difícil de trabajar en televisión es hacer dupla con alguien. Con Sergio se dio de una manera mágica", declara Carcuro y otras mitades de duplas históricas concuerdan. "Hay que soportarse mutuamente, tener mucho respeto por el otro, aceptar las deficiencias y las cosas malas del otro, tal como el otro las acepta de uno. No es fácil, sobre todo en un medio en que los egos son tan grandes", admite Bernardo de la Maza y Jorge Hevia -que además trabajó con Carcuro y Livingstone en el área deportiva de TVN- agrega: "Para trabajar en pareja hay que ser muy respetuoso de los espacios del otro y eso es algo que ellos supieron manejar bien".

"Pedro siempre entendió que Sergio era el capitán del equipo, el que abría y cerraba las transmisiones, y respetó eso, incluso después de tener sus propios programas", dice Michael Müller, productor general del área deportiva de TVN, refiriéndose a una de las diferencias que caracterizaron a la dupla, que además estaba separada por 23 años. Esa jerarquía se mantuvo por cuatro décadas, al punto que Carcuro nunca lo "tuteó". "Siempre intenté ponerme un peldaño más abajo, pero él también lo hizo muchas veces. Había una capacidad de entregar un poquito para ponerse al servicio de la transmisión", resume Carcuro y Müller aporta: "Se conocían al revés y al derecho y tenían una fluidez absoluta para conducir. No necesitaban ni mirarse para sacar adelante una transmisión".

Hasta su salida del aire a fines de 2011, el programa Zoom deportivo tenía dos pautas en la semana: los martes y viernes a las 10 de la mañana. En la sala de reuniones, el ex arquero tenía su puesto asignado en la cabecera de la mesa. Además tenía su lugar asegurado en el canal: tras el mundial de Francia 98, en una comida que se hizo en el restaurante El Parrón, los ejecutivos de TVN le aseguraron que nunca lo sacarían de pantalla, sino que se iría cuando quisiera, recuerda David Belmar, ex gerente de producción y de gestión de TVN y actual director ejecutivo de Canal 13.

Livingstone y Carcuro tenían la costumbre de llegar media hora antes del inicio de la reunión de pauta al canal -cada uno en su auto- y conversar. "Sergio era un tipo imponente y con toda la jerarquía que le dieron los años en los medios, pero cuando proponía un tema, siempre lo hacía casi como preguntando. Además, se adaptó a los tantos jefes que hemos tenido y también a los periodistas más jóvenes, aunque nunca aceptó el computador", indica el periodista Gustavo Huerta.

"Ellos tenían una amistad muy fuerte, se preocupaban mucho del otro. Eso, además, les servía para que no hubiera grandes conflictos de ego", señala Müller. Sobre este punto, Belmar comenta: "Ellos entendían que tenían mucho más valor juntos que compitiendo, y eso en televisión es muy importante". También habla de las fortalezas del dúo: "Sergio hablaba desde la experiencia de haber sido jugador y con mucha claridad, y Pedro era un periodista más riguroso en términos de fuentes, aportaba la narrativa y el tono de comunicar".

Otro ex ejecutivo de la televisora agrega que sus diferencias fueron las que los convirtieron en un buen equipo: "Sus intereses eran distintos. Sergio era más quitado de bulla; le gustaba la estadística, tenía sus cuadernos llenos de datos, y Carcuro ponía la faceta más periodística y quería estar más en terreno, entonces no había roces en ese sentido".

A pesar del profesionalismo que tenían para hacer su trabajo, ambos se daban espacio para la espontaneidad y las salidas de libreto. "Los guiones nunca fueron muy respetados, pero Sergio era el más disciplinado con las instrucciones, los cambios y las pautas a seguir. Pero dentro de ese respeto a las normas, el juego lo hacíamos siempre entre los dos", dice Carcuro, quien sabe el peso histórico que tienen para la televisora: "No quiero dármelas de nada, pero la verdad es que el área deportiva de TVN se construyó alrededor de nosotros; de un cimiento muy firme que era Sergio y un tronco, o una rama, que soy yo".

El periodista estaba el martes en Massachusetts, de vacaciones con su familia, cuando le contaron del fallecimiento de su colega y amigo, con quien había hablado por teléfono antes de irse, el 2 de septiembre. No hablaron de nada especial, dice, sólo para despedirse, porque él viajaba. "Traté de devolverme para estar en el funeral, pero no hubo caso de conseguir un vuelo. Ayer fue un día terrible", reconoce.

Así como otros describen el estilo de la dupla, también lo hace el propio Carcuro, recurriendo a pertinentes analogías deportivas. "Nuestra relación con Sergio era lo mismo de cuando dos jugadores de fútbol llevan mucho tiempo jugando en un equipo; que saben cuáles son las fortalezas del otro y saben cómo tienen que armar las jugadas. Por supuesto que tuvimos algunas diferencias, pero nunca hubo una pelea fuerte y todo eso sirvió para que nos mantuviéramos en el tiempo. No creo que se vuelva a dar algo así en la televisión chilena", sentencia el conductor.

Con el ex arquero de la Universidad Católica no sólo trabajaban en televisión. También se veían diariamente en la radio Agricultura, donde también tenían la rutina de llegar temprano y conversar antes de salir al aire. En contraste con estas reuniones diarias en el trabajo, no eran muy dados a verse fuera de los medios, pero sí hablar por teléfono. "Con la pega que tenemos no había espacio para mucho más, además que soy más de salir y él era más para adentro. Le gustaba estar en su casa viendo fútbol o cualquier transmisión deportiva de la radio o la televisión", dice.

Carcuro cuenta que en los próximos días regresará a Santiago. No al funeral de hoy, lamenta, pero retomará su trabajo en el área deportiva de TVN. "La ausencia de Sergio va a ser demasiado importante, pero tengo la voluntad de seguir haciendo mi aporte", dice el periodista.