Si bien el lunes se firmó la paz y este domingo debería ser ratificada en un plebiscito, aún falta para que las armas se silencien en Colombia. Eso porque todavía hay una fuerza guerrillera activa y en combate, cuya presencia mantiene vigente el conflicto colombiano. Se trata del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que cuenta con unos 2.500 combatientes, una fuerza bastante más pequeña que la de las Farc. La paz podría ser total si prosperan los diálogos del ELN con el gobierno de Juan Manuel Santos que fueron anunciados el pasado 30 de marzo en Caracas.
Esta guerrilla fue fundada en 1964 por sectores universitarios y miembros radicales del Partido Liberal y entre sus miembros más prominentes había exponentes de la Teología de la Liberación, como los sacerdotes Camilo Torres (1929-1966) y Manuel Pérez (1943-1998). Su inspiración era la lucha de Ernesto "Che" Guevara. De ahí que mientras a las Farc se les ha definido como "castristas" al ELN se le ha puesto la explicación de "guevarista"
Actualmente tiene presencia en ocho zonas, especialmente de importancia minera y petrolera. Su máximo líder es Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino. Forma parte de la guerrilla desde que tenía 12 o 13 años. Asumió como comandante tras la muerte de Manuel Pérez, un sacerdote español que estuvo al frente de la guerrilla desde 1973. Gabino conforma el Comando Central (Coce) del ELN junto a otros cuatro líderes guerrilleros: Israel Ramírez, alias Pablo Beltrán; Rafael Sierra, alias Ramiro Vargas; Eliécer Chamorro, alias Antonio García, y Gustavo Aníbal Giraldo, alias Pablito.
En numerosas ocasiones han expresado su intención de entablar negociaciones de paz, las últimas con los gobiernos de Ernesto Samper, Andrés Pastrana y Alvaro Uribe. Incluso en julio del año pasado, Gabino y el máximo comandante de las Farc, Timoleón Jiménez, alias Timochenko, pidieron al gobierno de Juan Manuel Santos "adelantar conversaciones con toda la insurgencia" para poner fin al conflicto colombiano, algo que finalmente no prosperó.
Según un informe de la ONG Nuevo Arco Iris, especializada en el conflicto armado, el ELN es fuerte en el departamento de Arauca y Norte de Santander (este, fronterizo con Venezuela), además de las regiones de Casanare (este) y Chocó (costa oeste). Según esa ONG, parte de su financiamiento proviene de la protección de cultivos de coca y como intermediario en el desarrollo de la minería ilegal. Pero también ha secuestrado en los últimos años trabajadores de multinacionales mineras y petroleras, a la vez que ha cometido atentados contra infraestructuras de estos sectores. Solo en mayo pasado el ELN secuestró por unos días a la periodista española Salud Hernández, y a otros cinco comunicadores y un conductor.
RR