La cita es a las 10.00 de la mañana de hoy y el objetivo es reconstruir aquellas instalaciones del edificio Can Vies que comenzaron a ser demolidas el lunes pasado a petición del propietario, la compañía Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). Han sido 17 los años en los que diversos colectivos "okupa" han utilizado sus instalaciones y no están dispuestos a marcharse por más que una orden judicial así lo haya establecido.
A la cita han sido convocados arquitectos y vecinos del barrio de Sants (en el sur de la ciudad), que respaldan a quienes utilizaban el edificio -construido en 1879- como centro social en el cual se organizaban talleres artísticos, comidas comunitarias, proyección de películas y documentales, fiestas y asambleas, según el diario español 20 Minutos. Can Vies, además, servía de vivienda para algunos de los "okupas".
Tras cuatro noches de protestas, que han finalizado con violentos enfrentamientos callejeros con la policía local, la municipalidad barcelonesa frenó ayer la demolición del inmueble como gesto de buena voluntad para retomar las negociaciones y trasladar el llamado Centro Social Austogestionado de Can Vies (CSA Can Vies) a otro lugar. Pero los "okupas" se niegan a retomar el diálogo (que duró 15 meses).
Además de la reconstrucción, para hoy fue convocada una manifestación de apoyo en el centro de Barcelona. "Que nos dejen tranquilos, no necesitamos al ayuntamiento para nada, no tenemos nada de qué hablar, porque el edificio está en el suelo", declaró ayer el vocero de la Plataforma de Apoyo a Can Vies, Ferran Aguiló, informó Efe. Ayer en la noche, se había convocado a un cacerolazo en el barrio de Sants, mientras que la seguridad en Madrid se había reforzado para evitar disturbios tras el llamado a manifestarse en apoyo de Can Vies.
El movimiento "okupa" se propagó en Europa en el último tercio del siglo XX. La acción de tomarse edificios abandonados para vivienda o la creación de centros sociales tuvo gran arraigo en Alemania, especialmente tras la reunificación. Hoy, en Berlin, son varios los inmuebles "okupas" que gozan de legalidad y albergan centros culturales, preferentemente.
En Inglaterra y Gales, en cambio, la apropiación de edificios es considerada como un delito, desde septiembre de 2012.