En 1978 empezó a escribir su historia en el mundo de los negocios el empresario curicano Benjamín González, quien a fin de mes será premiado por Icare. "Partí con las puras ganas, con una tienda pequeña. Antes había trabajado en Abastible, que vendía gas y artefactos de línea blanca. Allí aprendí el rubro y después me instalé con una tienda en la calle Peña, de Curicó", dice sobre sus inicios. Esa tienda, que aún opera, fue la primera de la red Multihogar, que está compuesta por seis locales ubicados entre la VI y la VII región, y que su dueño quiere expandir a la VIII el próximo año.
González cuenta que tiene tres terrenos para construir nuevos locales: dos en la VII y uno en la VIII y que en 2011 construirá una tienda en cada zona, lo que le permitirá operar en tres regiones del país.
Esta expansión se suma al centro de distribución que la empresa inauguró este año, a un costado de la carretera, en uno de los accesos de Curicó. "Allí recibimos la mercadería y eso nos da las bases para seguir creciendo. Por eso, digo que la última crisis nos sirvió para ordenarnos", señala.
Multihogar posee también la tarjeta Multicard, que tiene 120 mil plásticos emitidos, de los cuales 90 mil están activos. Según cuenta, tiene un negocio que vende "mucho" y que está sano, porque los niveles de morosidad son normales. "El año pasado, en plena crisis, aumentamos nuestras provisiones y quedamos pasados", señala.
González comenta que cuando todavía no llegaban Paris y Ripley a Curicó recibió "dos ofertas importantes" de compra y que más recientemente otra compañía le presentó un plan para asociarse, pero lo rechazó. Su razón principal es que quiere seguir controlando la empresa. "Ha sido mi vida. Tengo 64 años y llevo 32 en Multihogar", afirma.
Crisis y oportunidades
En sus tres décadas como empresario, González ha enfrentado algunos momentos críticos. El primero, cuenta, fue en 1982, cuando la crisis de la banca golpeó fuerte su negocio. "Me quedé sin nada, excepto la confianza de mi gente y las ganas de levantarme", afirma. Entonces, compró un terreno en la esquina más céntrica de Curicó y amplió las líneas de productos que ofrecía, incluyendo loza, cristalería, muebles y ropa de cama, entre otros artículos.
A mediados de los 90 su cadena empezó a crecer, con la apertura de una tienda nueva en Santa Cruz, que con sus tres mil metros cuadrados es la segunda más grande después de la que posee en Curicó, que tiene cuatro mil metros cuadrados distribuidos en tres niveles y un subterráneo.
En 1997, González pensó que su empresa tenía los días contados. Ese año llegó Falabella a Curicó y, según cuenta, lo hizo con mucha publicidad.
"Cuando esto pasó, llamé a mi gente y le dije: esto nos espera, todo va a depender de nosotros, tenemos que unir filas", recuerda. El resultado del ingreso del nuevo competidor fue el cierre de siete tiendas que no sobrevivieron, entre ellas, CM Prat, De Miranda, Equs y Din, que luego volvió, afirma González.
Multihogar, sin embargo, resistió. "Gracias a Dios no tuvimos que despedir a nadie y la enorme campaña publicitaria que hicieron nos aumentó las ventas", comenta el empresario, asegurando que sus clientes de siempre llegaban a comprar con el catálogo de Falabella en la mano para pedir los productos.
Fue en pleno período de incertidumbre que González también decidió diversificar sus negocios y entrar al rubro agrícola. Hoy produce, procesa y exporta frutas que cultiva en 500 hectáreas ubicadas en las regiones VI y VII. Su producción ya llega a 17 países y este año los envíos alcanzarán unos US$ 14 millones.
En la misma zona, González posee Viñedos Folatre, una viña que está a cargo de su esposa, Lorena Folatre, quien, además, es su socia en todos los negocios. El matrimonio tiene cuatro hijos: la mayor, de 17, y trillizos, de 15.
El empresario también es dueño de cuatro frecuencias radiales y dos estaciones de radio. Una de ellas es la radio Condell, que describe como "una de las tres más antiguas de Chile y patrimonio de la ciudad".