Es el festival más grande y legendario del planeta y, por tanto, en sincronía con esas etiquetas, el que ofrece algunas de las postales más noticiosas de cada temporada musical. Glastonbury, el evento que se realiza en Inglaterra desde 1970 y cuya actual versión partió el pasado miércoles, se ha movido esta vez entre ambos reversos.

A la hora del saldo negativo, el festín rockero ya sumaba hasta ayer dos personas fallecidas. En su jornada debut, la policía informó que una mujer de 67 años murió por causas naturales y que, por lo demás, se están investigando. Ayer, un hombre de 26 años falleció por una extraña reacción a la droga ketamina, según informaron los agentes de seguridad de la cita. Tras ingerir la sustancia ilegal en una de las áreas más concurridas de la localidad -es un evento habilitado para acampar-, el joven ingresó en "peligro de muerte". Su deceso se informó ayer por la mañana.

Pero "Glasto" también tiene su faz más alegre: lo que sucede arriba del escenario. Con un cartel impresionante de más de un centenar de nombres, el viernes 27 contó con las elogiadas presentaciones de Arcade Fire, Kaiser Chiefs, Lilly Allen, Skrillex y Haim.

Incluso, los canadienses, presentes en el último Lollapalooza Chile, materializaron un espectáculo que la prensa local calificó entre los mejores de los últimos años en el país, con éxitos como Reflektor, Normal person y Wake up, aparte de guiños a emblemas del pop inglés, como Pulp y Oasis. Por su parte, la banda Haim, que despachó covers de Beyoncé y Fleetwood Mac, también tocó en escena con otro conjunto de vigencia absoluta durante estos días, Mumford and Sons, más inclinados hacia el folk.

Pero, por lejos la presentación más esperada sucedió anoche con Metallica. Los hombres de Enter Sandman fueron ampliamente criticados por supuestamente no responder al perfil del festival y por apoyar la cacería de animales. Ellos respondieron con un show que se inició con una parodia y con temas como For whom the bell tolls y Sad but true.