Cualquiera que haya visto a un elefante blanco sabe que su piel se ve rosada cuando se moja. Así que, tal vez, la borrachera de Dumbo se filmó un día de lluvia en Pedro Aguirre Cerda, donde habita el elefante blanco más icónico de Santiago: el inconcluso hospital de Ochagavía. Esta tarde la historia frustrada de este enorme animal de concreto llega al teatro, con el estreno de Ochagavía en la Sala Antonio Acevedo Hernández.
Como un documental, pero uno falso, se presenta la obra escrita por Tomás Henríquez, uno de los ganadores de la Muestra de Dramaturgia Nacional 2012. La parte documental surge de la inclusión de testimonios y citas a las intervenciones artísticas que se han hecho en el lugar, junto con videos y diapositivas del entorno y el interior del edificio. Mientras que la ficción viene de cuatro personajes "que hubiesen existido si se hubiese terminado el hospital. Llevan la herida del abandono, todos son fantasmas de algún modo", dice Ebana Garín, directora del montaje, que se sitúa tras el golpe de Estado, cuando se detuvo la construcción impulsada por Allende.
Antes de cada función se proyectará el corto documental Elefante blanco, ganador de la competencia Talento Nacional de Sanfic 2011. Funciones hasta el 14 de julio, de ju. a sá. a las 21 horas. $ 3.000 y $ 2.000.