Las cifras no mienten. En la lista de las películas de terror más exitosas en la taquilla norteamericana, Wes Craven, quien murió el domingo a los 76 años debido a un cáncer cerebral, se queda con los primeros tres puestos gracias a las primeras entregas de la saga Scream. Además, ocupa un espacio en cinco de las cintas que forman el Top 10, ya sea como director, guionista, productor o creador de los personajes.
Este no es un dato que suene extraño, pues parte de la importancia y el atractivo de Craven es su capacidad para llevar grandes cantidades de público a las salas. Eso sí, su carrera no partió cercana al celuloide, sino que ligada a la academia. Y, según confirmó él mismo en el documental Inside Deep throat, su debut en los sets fue como parte del equipo de rodaje de cintas pornográficas usando un seudónimo. Pero en 1972 estrenó su primera cinta, The last house on the left y su estatus cambió. También gracias a producciones como Las colinas tienen ojos (1977), el estadounidense se empezó a hacer un nombre en el mundo del terror y se dio el lujo de hacer una de las primeras adaptaciones del cómic con La cosa del pantano (1982).
Pero no fue hasta 1984 que Craven se ganó un capítulo en la historia del cine de género al crear el personaje de Freddy Krueger, quien sería el protagonista de la popular saga Pesadilla. Según explica el director chileno Jorge Olguín, este fue uno de sus grandes aportes: "Creó un icono que ahora es parte del inconsciente colectivo, tal como el Hombre Lobo o Frankenstein". Olguín además cuenta que la posibilidad de conocerlo para Scream Fest de 2003 fue "un sueño cumplido".
Con Pesadilla, de paso, Craven inyectó nueva vida a las películas de terror para adolescentes, al mezclar lo que ocurría en sueños y la realidad, además de darle su primer rol en cine a Johnny Depp. En ese mismo aspecto, el director Nicolás López comenta: "Lo más increíble es cómo hizo más atractivo a un género para el público masivo con Pesadilla".
Pero este no fue su único aporte. Cuando dejó las secuelas de Pesadilla de lado, e hizo otras cintas que no tuvieron tanto peso en taquilla, se embarcó en Scream (1996). Según explica Olguín, con este proyecto "reinventó el género, porque se replantean las famosas películas de asesinos en serie". Todo gracias a la interesante mezcla de terror y humor, con acento en la sátira sobre los clichés de las películas de terror. "Fue interesante ver cómo logró burlarse de su propio género", dice López y agrega: "Se iba constantemente reinventando. Para mí, una de las películas más interesantes que hizo fue La nueva pesadilla, un filme de metalenguaje donde incluso aparecía él mismo como director y donde se hablaba de qué pasaría si Freddy Krueger existiera en el mundo real y empezara a acosar a los actores que fueron parte de la película".
Craven incursionó además en el drama con Música del corazón (1999), que le valió una nominación al Oscar a Meryl Streep. Al momento de su muerte, estaba involucrado en varios proyectos de TV, como la serie Scream de MTV, además de The people under the stairs (El sótano del miedo), la adaptación del libro de Daryl Gregory We are all completely fine (ambas para Syfy), y Disciples, basada en la próxima novela de Steve Niles.