No es fácil ser un geek. Incluso hasta la apertura del SNs Café, los fanáticos de la tecnología chilenos no tenían espacio propio donde reunirse. Frente al cerro Santa Lucía, justo en la esquina de Victoria Subercaseaux y la Alameda, está el primer local del país pensado exclusivamente para los usuarios de las redes sociales.

Casi todos los clientes están sentados con sus propios laptops, conectados a Twitter, MSN o Facebook. Están chateando con alguien que está sentado un poco más allá o reunidos en torno al "streaming", la transmisión de audios y videos (programas de tv caseros, por ejemplo) por internet.

Desde su inauguración en enero de este año ha hecho furor entre la creciente oleada de cibernautas chilenos. A seis meses de existencia, el balance de sus dueños es perfecto: calculan entre 200 y 300 personas que entran y salen del local diariamente.

La idea surgió de las cabezas del proyecto. El abogado Rodrigo Ferrada y el geógrafo Carlos Sierralta pensaron que tener un punto de encuentro en el "mundo real" sería un éxito entre la inexplicable y gigantesca masa de compatriotas geeks. No se equivocaron. Arrendaron ese lugar y luego hicieron publicidad sólo a través de la red.

El formato no es convencional, de hecho, no pasa por llegar y sentarse a pedir un café, sino que tiene dos instancias. En el primer piso hay que comprar lo que uno tenga ganas de comer o tomar y, luego, bajar hasta el sótano donde se instalan los más empeñosos de la red. Lo que se forma ahí es una suerte de "techset", cada uno con su notebook bajo el brazo. Sus visitantes tienen en común saber manejar al dedillo las últimas tecnologías y una verdadera veneración por la hiperconectividad. De vez en cuando se ven llegar twitteros como Nicolás Copano.

Antes que SNs Café existiera, los internautas que querían juntarse y verse las caras se reunían en distintos cafés de la capital. Sin embargo, en este lugar tienen todo lo que necesitan; nadie los mira raro por no despegarse de sus pantallas y tampoco si entablan conversaciones que versan de temas que nadie entiende.

Es cierto que cada día hay más instancias para el encuentro, como el Social Media Day que se realizó en el bar Onaciú de Bellavista, el Entel Summit o el Interactive Advertising Bureau (IAB), un verdadero Icare de la industria digital. Todos estos eventos son seminarios que se realizan una vez al año, cuentan con diversos exponentes y para asistir a ellos hay que abonar una abultada cuota para poder ingresar.Una inversión que vale la pena sobre todo por el especial interés de los geeks de romper el umbral de la virtualidad.

José Ignacio Stark, uno de los twitteros más connotados, seguido por más de 11 mil personas, explica que en las redes sociales es posible generar conexiones que pueden tender a lazos de amistad real, "pero encontrarse en un lugar físico con la gente que uno comparte virtualmente todos los días es un paso lógico. Tiene mucho que ver con el sentido de sentirse parte de un grupo que comparte tus intereses y experiencias".

Empire Avenue

El SNs Café se ha consolidado como el epicentro de la movida tech en Chile. Casi todos sus "habitués" son los primeros en saber de las tendencias online. Por eso sus dueños realizan eventos. Al menos uno a la semana.

Hace un mes tuvo lugar el primer encuentro de Empire Avenue en nuestro país. Se trata un juego virtual que nació en Canadá sin pena ni gloria, pero que apenas se conoció en estas tierras, miles de compatriotas se fanatizaron ante la posibilidad de transar a sus amigos en la bolsa en un lúdico mercado de personas.

Carolina Millán -@carolinamillan en Twitter, seguida por más de 7.000 almas - es ingeniera comercial y consultora en Marketing y, además, una reconocida de la blogósfera local. Ella demostró qué tan lejos puede llegar la llamada viralidad. Desde Canadá la invitaron a participar de este juego que en ninguna parte había encontrado adeptos. Curiosa, no dudó en inscribirse para ver de qué se trataba y descubrió que era un simulador de un mercado bursátil, donde las acciones disponibles era, el nombre de todos los usuarios inscritos. Una verdadera oda al ego, donde los precios de los papeles de los más conocidos se disparan por los cielos.

Encontró interesante este sitio web (empireavenue.com), lo publicó en su blog y lo promovió por Twitter. A la mañana siguiente había cientos de inscritos chilenos y a los pocos días, miles.

RR