Setenta agricultores que decidieron asociarse en 1949 fueron los fundadores de Colún, la Cooperativa Agrícola y Lechera de La Unión. La empresa es hoy la mayor productora de queso, manjar y mantequilla a nivel local y ocupa el segundo lugar en leche líquida en el país. Tiene, además, la mayor planta procesadora de la industria, con capacidad para 1,5 millones de litros de leche al día y planea seguir creciendo.
“Los fundadores tuvieron la idea de hacer algo para procesar la leche que producían y que era básicamente para su sustento familiar. Algunos la vendían en carros tirados por caballos. Era un negocio incipiente y pensaron que asociándose podrían llegar más lejos”, cuenta Augusto Grob, presidente de la firma desde 2002.
Hoy, aunque mantiene su estructura de cooperativa, la empresa es muy distinta a la de esos primeros años. Incluso, durante el primer semestre de este año, superó a Soprole y Nestlé, los líderes tradicionales de la industria, en recepción de leche. Grob dice que disputar el mercado con multinacionales es “desafiante y entretenido”. Cree que eso los obliga a estar “siempre alerta” y que la competencia “es lo mejor que le puede pasar a una firma”.
Con un consejo de administración que funciona con estándares similares al directorio de una sociedad anónima, y una administración completamente profesional, sus ventas bordean hoy los US$ 500 millones anuales. Casi un quinto de ese total proviene de envíos al extranjero. De sus instalaciones, ubicadas en La Unión, en la Región de Los Ríos, salen más de 200 tipos de productos.
Esta trayectoria es la que llevó a la empresa a ser destacada como un caso de éxito. Junto a SNA Educa, será premiada este lunes en el Encuentro Nacional del Agro,Enagro 2012, organizado por la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA).
En sus 63 años, la compañía ha tenido sólo cuatro gerentes generales y una muy baja rotación en su gobierno corporativo. El año pasado a la planta entraron 472 millones de litros de leche, que salieron transformados en mantequilla, queso, manjar y leche pasteurizada, entre otros productos. Según Grob, durante 2011 llegaron a producir al día un volumen equivalente al que procesaron durante todo el primer año de vida de la cooperativa.
Según Grob, la clave para mantenerse en el mercado, pese a las crisis económicas, políticas y a algunas diferencias internas, ha sido la cohesión entre los cooperados, que hoy suman unos 740. Por esto, asegura, dejar el modelo de cooperativa no es una opción. “Cooperativa viene de ayudarse, de trabajar juntos, y eso lo valoramos enormemente. El principio cooperativo básico es un hombre, un voto. Independiente de cuántas acciones tenga”, explica.
La misma visión compartida entre los cooperados es la que los ha llevado a desechar algunas ofertas de compra que recibieron hace un par de años. “Nunca hemos estado dispuestos a vender, porque nos gusta nuestro sistema, creemos en él y queremos seguir desarrollándolo”, señala.
En las más de seis décadas que llevan en el mercado, tampoco han crecido a través de adquisiciones. “No hemos comprado nunca una empresa, aunque hemos tenido muchas ofertas. Hemos desarrollado la nuestra, porque nuestros socios satisfacen plenamente lo que necesitamos para desarrollarnos”, comenta el ejecutivo.
El presidente de la firma destaca que la prudencia a la hora de invertir también explica el desarrollo de Colún. “Nunca hemos dudado en comprar la mejor asesoría para cualquier proyecto, como también los mejores equipos disponibles”, cuenta.
En este sentido, asegura que la planta es hoy muy distinta a la de hace unos años. “Me llena de orgullo ver toda la tecnología que hemos ido introduciendo y lo que hemos logrado hacer con personal muy bien entrenado”, explica.
Expansión
Colún invierte cada año cerca de US$ 15 millones, lo que proviene de aportes de los propios socios. “Como cooperativa, estamos obligados a repartir el 100% de los excedentes (...), pero no pedimos créditos a los bancos, porque los cooperados nos apoyan para invertir parte de las ganancias”, señala Grob.
Ahora la firma está por concluir una ampliación que permitirá procesar 70 millones de litros de leche adicionales al año en una primera fase. A 2014 la firma llegará a elaborar unos 600 millones de litros. “Los agricultores, que son los dueños de la empresa, están produciendo más leche y tenemos que recibírsela. Esto nos obliga a invertir en más infraestructura, incrementar nuestra oferta de leche en el país y a exportar”, explica.
Esta inversión la realizan en La Unión, donde está la única planta de la empresa. Allí producen todas sus líneas, a diferencia de otras firmas del sector, que disponen de unidades productivas en diferentes ciudades. “Creemos que el tamaño crea escalas de eficiencia importantes. Tenemos una sola planta porque hay un dicho que afirma que ‘a vista del amo engorda el caballo’”.
En el caso del mercado interno, la apuesta es elevar la demanda a través de productos que incorporan innovación, como probióticos y extracalcio, entre otros. El área de exportaciones también la han desarrollado. Grob comenta que ya están instalados en casi todos los países del mundo, pero que aún hay desafíos. “Empezamos a exportar a mediados de los años 80 y hoy llegamos a muchos países, pero estamos diversificando nuestro mercado, porque tenemos que colocar toda la leche que tenemos disponible”, sostiene.
Colún tiene una plantilla de alrededor de 1.800 trabajadores, de los cuales apenas 700 se dedican a labores productivas. El resto pertenece al área de ventas, que tiene presencia desde Arica a Punta Arenas a través de centros de distribución.
Las políticas comerciales las define el consejo de administración y las ejecuta el equipo gerencial.
Grob explica que una de las dificultades que enfrentan actualmente es el bajo tipo de cambio. Pero que como se trata de una variable que no pueden controlar, prefieren enfocarse en otros factores que sí están al alcance de la firma. “Le damos énfasis a aquellas cosas que podemos modificar para defendernos de un valor del dólar bajo. Por ejemplo, disminuimos nuestra venta en dólares y por eso es muy importante conquistar nuevos mercados en el extranjero y no perderlos”, afirma.