Son cerca de la 1.10 del domingo 14 de agosto, y un llamado anónimo alerta sobre la presencia de un objeto sospechoso abandonado frente al memorial del senador de la UDI, Jaime Guzmán, ubicado en avenida Vitacura.

La tensión en el lugar crece a medida que el tiempo avanza. Carabineros forma dos anillos de seguridad -uno para alejar a los "curiosos", y el otro para aislar el sitio donde se encuentra un extintor con más de un kilo de pólvora. El "tic-tac" que emite el sistema de relojería de la bomba recuerda que el tiempo es escaso y el estallido inminente.

No pasan más de 10 minutos desde el hallazgo, cuando un grupo de 12 efectivos del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (Gope) de Carabineros llega al lugar. Desde una camioneta descargan el traje antibombas EOD-9 (ver infografía). Con él, uno de sus oficiales inspeccionará el artefacto en búsqueda de pistas para dar con los responsables, y luego se encargará de detonar controladamente el explosivo.

Entrenamiento

Para que un policía esté frente a un explosivo real debe pasar más de 12 meses de entrenamiento.

Mientras un grupo se encarga de determinar las características del artefacto encontrado, el otro revisa las inmediaciones. "Puede ocurrir que el primer artefacto sea usado como señuelo, para luego activar un segundo", dice el comandante del departamento José Riquelme.

"Los funcionarios que aprueban los cursos deben someterse a situaciones de estrés, para que al momento de un llamado, sepan cómo reaccionar", agrega.

El traje antibombas que porta el uniformado pesa 40 kilos. Debe cargarlo durante las dos horas que, en promedio, dura una emergencia. Otro de los apoyos con los que cuenta el Gope es la tecnología: dos robots fueron adquiridos para efectuar detonaciones de objetos sospechosos. Uno de ellos es "Pesco" que pesa 280 kilos y tiene capacidad de levantar unos 80.

Puede ser controlado hasta 500 metros de distancia, lo que disminuye el riesgo de que algún funcionario resulte herido en un procedimiento. Equipamientos al que se suma la máquina "Aunav", cuyo costo superó el millón de dólares.

De acuerdo con las cifras del Gope, durante 2010 se encontraron 120 paquetes sospechosos. En lo que va de 2011, en tanto, se han hallado 79 objetos. Según el Ministerio Público, en los últimos cinco años han estallado más de 100 artefactos explosivos.