"Estos partidos del hexagonal serán mucho más duros y difíciles. Eso tenemos que interiorizarlo con responsabilidad, porque si no lo pagaremos caro".

Las palabras de Mario Salas antes del debut con Paraguay, por la etapa decisiva del torneo, fueron recordadas ayer por el cuerpo técnico a sus jugadores en el día después a la inesperada caída ante los "guaraníes". En la delegación, junto con el resultado, molestó la forma en que se dio y por cómo la percibieron el DT y también la directiva de la ANFP.

"Conversamos con Mario y quedó claro que debemos mejorar la actitud y, sobre todo, el tema disciplinario", había dicho Jadue, mientras abandonaba el estadio Malvinas Argentinas.

Después de la derrota, en el camarín hubo silencio y las recriminaciones quedaron para ayer. El técnico conminó al equipo a retomar el espíritu solidario que los caracterizó en la fase grupal, y les reiteró que la derrota "hay que tomarla como un baño de humildad". "Tuvimos una reunión y está todo conversado. Se habló fuerte; que debemos mejorar, cuidarnos y no caer en el juego del rival… Sobre la soberbia, no sé, no nos sentíamos favoritos", reconocía Darío Melo, tras la práctica vespertina.

Salas les hizo ver que habían subestimado al rival, debido a que los derrotaron con reservas en la primera ronda y que eso derivó en un exceso de confianza. En la previa, los personeros de Quilín, igualmente, sentían que los jugadores llegaban con una soberbia desmedida, lo que incidió en la forma en que encararon el juego. Esta situación también la trataron con el DT.

El reto a Lichnovsky

El cuerpo técnico también se encargó de conversar los errores con los jugadores, sobre todo porque se repitieron. Salas puntualizó en la expulsión de Igor Lichnovsky porque, además, fue determinante en el resultado. El DT le remarcó su importancia como capitán y solicitó al plantel que evitará conductas similares, pues genera un esfuerzo extra para el resto de los compañeros cada vez que hay un expulsado.

El discurso se enfocó en reforzar las convicciones y retomar la confianza en las capacidades individuales y grupales. "La base del éxito que arrastraba el equipo", les dijo. "Fue una conversación larga, sobre varios puntos, como recuperar la actitud, la ambición y no caer en las provocaciones", contó Alejandro Contreras.

Nunca renunciar

El entrenador ideó un nuevo plan de trabajo para levantar el ánimo de la Selección. "Estoy convencido de que tienen argumentos suficientes para clasificar, pero no podemos confiarnos sólo en eso", les manifestó Salas. La idea era sacarle presión al grupo, después de llegar como favorito a la etapa final del certamen.

Por lo mismo, el DT optó ayer por modificar el cronograma de trabajo. La idea es aislar al equipo de la exposición pública, pues considera que el acoso mediático lo ha desconcentrado. "La conversación reforzó el compromiso de clasificar. El equipo está enojado; sólo nos vamos a enfocar en Ecuador", añadía Contreras. Sus palabras llegaban luego de que Salas dispusiera cambios en los tiempos ante la prensa, previo a los partidos, lo que hoy se intensificará con una práctica completamente cerrada.