En casi cinco años de conflicto, prácticamente no bajaron la guardia. Por mail, en reuniones privadas o a través de los informes de sus abogados del estudio Montt & Cía., siguieron paso a paso los pormenores de la demanda que, en 2005, interpusieron en contra de Endesa, que con la construcción de una central hidroeléctrica en el entorno del lago Neltume podría afectar sus tierras y casas de veraneo en la X Región. Recién ahora, tras arribar a un preacuerdo con la generadora controlada por Enersis, el problema parece estar llegando a su fin. Sólo falta la redacción final de los documentos que ponen término al proceso judicial y después, en una fecha aún no determinada, su firma.

"Estamos cerrando una etapa", resume el industrial Víctor Peterman, controlador del holding Tehmcorp y de la reserva Huilo Huilo, un área de 60 mil hectáreas cercana a la central de 473 megawatts que planea Endesa, con una inversión de US$ 600 millones, y que tras las negociaciones cambiará su diseño original. Peterman es uno de los casi 70 dueños de tierras que se opusieron a la iniciativa, la que se incorporó a la lista de centrales requeridas por el país, como parte del Plan de Obras elaborado por la Comisión Nacional de Energía, en 2004.

Socios y vecinos

Junto a Peterman también están Guillermo Villaseca, socio de la corredora Tanner; Guillermo Matta, ex gerente general de CGE; Gregorio Echenique, dueño de Eurocapital; el empresario eléctrico Alberto Combeau; y Cecilia, Rosario, Teresa y María Inés Navarro, hermanas del presidente de Sonda, Andrés Navarro. Todos ellos forman parte del grupo que cuestionó a la hidroeléctrica desde un comienzo por considerar que afectaría el patrimonio turístico de la zona, convirtiendo el Lago Pirihueico, desde el que se sacaría agua para la central en el lago Neltume, en un "charco de lodo". Con el apoyo implícito de otros vecinos como Wolf y Sven Von Appen, que tienen sus campos en Choshuenco, y Andrónico Luksic, dueño del fundo Chan Chan, demandaron a Endesa y a la DGA, aduciendo que los derechos de agua de la central estaban mal otorgados. Así partieron formalmente las diferencias, en 2005.

En forma previa, Peterman dio los primeros pasos. Durante casi un año, a través del programa radial "A los pies del volcán", dio a conocer todos los sábados por la noche su oposición al proyecto. Luego se dedicó a recoger apoyos, que en un comienzo sumaban 38 firmas. "Alberto Combeau y yo hemos sido los que más hemos estado encima del tema", cuenta el empresario. El tercero es Guillermo Matta, también vecino del sector, con quien conformaron un núcleo de negociación que llevó las riendas del problema todos estos años. Juntos lograron algo impensado en un inicio: conseguir que Endesa cambiara su proyecto inicial, trasladando el punto de captación de aguas desde el Lago Pirihueico hasta el río Fuy, efluente que da origen a los saltos del Huilo Huilo, de Peterman.

El industrial, sin embargo, aclara que la idea nunca fue oponerse al proyecto. "Por el contrario -dice-, nadie de nosotros está en contra de la generación eléctrica. Lo que sí, nos interesa que la central se desarrolle en armonía con el medio- ambiente". Tras el principio de acuerdo, las cosas se encaminan hacia allá. Endesa se comprometió a cambiar el trazado de la línea de transmisión, que empalmará con el SIC, el sistema de la zona central, minimizando sus efectos en el entorno.

Asimismo, mantendrá el "caudal ecológico" del río Fuy; esto es, preservará un flujo suficiente para impedir que en verano los saltos del Huilo Huilo se queden sin agua.