Lo primero que impacta del Toyota Prius es el silencio que lo envuelve. No hay ruido de motor, ni de ignición, ni de aceleración, ni de nada. Es como si esta tercera generación del auto híbrido más famoso del mundo no tuviera vida.
Luego, uno acostumbra el oído y comienza a distinguir sonidos, casi imperceptibles todos, porque el habitáculo está notablemente bien aislado. De hecho, no es nada fácil darse cuenta cuándo ha comenzado a funcionar el motor de gasolina.
Y es que el Prius es un mundo completamente distinto al híbrido de Honda que conocíamos. Aquel usa un motor de gasolina, que es asistido en ciertas facetas de la conducción por un generador eléctrico, que obtiene su energía de una batería de níquel. El de Toyota es todo lo contrario: el motor de combustión (1.8 litro con 99 Cv) produce toda la energía, pero ésta nunca mueve directamente las ruedas, sino que sirve para alimentar el motor eléctrico (82 caballos) que sí lo hace, o para abastecer a un segundo generador que se encarga de recargar las baterías, también de níquel.
Esto hace que todas las aceleraciones del Prius se hagan en modo eléctrico (con el silencio y peligro que eso conlleva, ya que la gente no lo escucha y tiende a bajarse de la cuneta sin precaución). El motor de gasolina se activa sólo cuando se requiere de potencia, o cuando la batería está muy descargada. Por lo mismo, no es extraño que pese a estar detenido, en una luz roja, por ejemplo, de la nada se active el motor de combustión. Y es que todo en el Prius gasta batería: el aire acondicionado, la radio, las luces o el desempañador de vidrio.
Ahora, el consumo que tiene este auto es sencillamente excepcional, por lo que deducimos que la contaminación es también mínima. Según nuestro propio registro, y tras más de 200 kilómetros, promediamos 18,5 kilómetros por litro. Y en una mañana de taco normal, en un recorrido que demora 40 minutos para los 15 kilómetros que separan la casa del lugar de trabajo, el indicador del Prius dijo que se había consumido menos de un litro.
Y es que ahí radica la esencia del Prius: es tan eficiente en medio de la ciudad y rodeado de detenciones, que a velocidad constante en carretera.
Porque como decíamos, en el modo híbrido normal (Eco Drive), todas las aceleración iniciales son en modo eléctrico, y cuando está detenido apaga el bloque de combustión, a menos que se requiera cargar las baterías. Toyota ofrece también un modo exclusivamente eléctrico, con emisiones cero, pero es de corta duración, de no más de 1,5 kilómetro, a menos de 50 km/h, e incluso, si se pisa el pedal un poco fuerte, el sistema prende el motor de gasolina para que asista al eléctrico. La verdad, no se justifica tanto su uso.
Más interesante es el modo Power, que ofrece un poco más de empuje para ir más rápido y poder realizar sobrepasos sin preocupaciones. Porque, hay que decirlo, dinámicamente, el modo Eco Drive es lento, aletargado y un tanto fome. No hay gran respuesta al pedal del acelerador y demora en tomar velocidad. Pero no se engañe, que con este modo alcanzamos 145 km/h, y con el modo Power superamos los 160.
Mecánicamente, el Prius anda muy suave, tiene una suspensión confortable y una dirección bien asistida, pero con poco tacto.
Respecto de su tamaño, puede que por su estilo liftback se vea pequeño, pero el Prius mide casi lo mismo que un Corolla (4.460 mm), por lo que es muy bueno para llevar cuatro ocupantes, y tiene un excelente maletero de 445 litros.
Es, además, un auto muy tecnológico y seguro, con sistema key less y botón de partida, sensor de proximidad para abrir y cerrar las puertas, con un joystick en lugar de palanca de cambios, y seis airbags. Pero, por lo mismo, es muy cuestionable que los ajustes de los asientos no sean eléctricos, que no tenga sensores de retroceso y luminosidad, y que el freno de mano sea un pedal y no un botón, algo que ya se puede ver en autos mucho más baratos que el Prius.
Otra duda la generan los materiales con que está construido el habitáculo. Toyota dirá que son reciclables y por eso no son de gran tacto, pero los del Honda Civic Hybrid también lo son y se ven mucho más elegantes. Un punto para mejorar en el Prius.