Eso de "el que ríe al último ríe mejor" fue particularmente adecuado en el caso del conductor de late show Conan O'Brien, que debutó el lunes con su nuevo programa, Conan, derrotando a su competencia, incluyendo a los clásicos David Letterman y, más importante, Jay Leno.

En su primera noche, el conductor logró 4,2 millones de espectadores, versus los 3,4 millones y 3,5 millones que lograron sus rivales, respectivamente.

Los resultados son especialmente significativos, porque Conan es el regreso de O'Brien al trasnoche, luego de que fuera forzado a dejar NBC a principios de año, por una polémica decisión de la cadena. En ese momento, el canal prefirió poner a Leno, que acababa de fracasar en su cambio a las 22 horas, en el Tonigh show, que O'Brien animaba por primer año hasta ese momento. Ante la posibilidad de ser desplazado, el colorín animador prefirió abandonar la estación de televisión abierta y cambiarse al cable básico, en la señal TBS, para hacer su nuevo programa. Por eso, todas las miradas estaban puestas en el debut de Conan.

En su segundo día, la audiencia del programa disminuyó en un tercio, pasando a 2,8 millones de espectadores. Pero los analistas apuntaron que O'Brien sigue siendo más fuerte en el público que importa a los avisadores: los jóvenes, segmento en el que siguió ganando. Con todo, hay consenso en que los resultados reales del nuevo late show no se conocerán por semanas o meses, cuando la novedad pase y su sintonía se estabilice. En el cable, además, enfrenta rivales fuertes: The daily show, de Jon Stewart y The Colbert report, con Stephen Colbert.