El desahogo fue total. El grito se lo estaba aguantando desde el año pasado, cuando anotó el gol del triunfo ante Magallanes, en la final de la Copa Chile, que posteriormente ganó Universidad Católica en penales.

Daud Gazale parece ser el hombre de los goles importantes en la UC, ya que el miércoles le dio el triunfo a los cruzados sobre Unión Española, que permite al cuadro estudiantil soñar con la clasificación a octavos de final del certamen.

La mayor gracia del "Turco" es que desde aquella final de copa no había vuelto a jugar, debido a un grave esguince de tobillo derecho que sufrió en ese duelo.

Se trata del renacer del delantero que inició su carrera en Deportes Concepción, donde al comienzo le costó consolidarse, pero que con el tiempo fue figura.

Sus buenas actuaciones hicieron que los equipos grandes se fijaran en él y así fue como llegó a Colo Colo, en 2008. Además, el propio Marcelo Bielsa, en ese entonces técnico de la selección chilena, lo tenía muy bien considerado.

"Bielsa lo llamaba todas las semanas para preguntarle cómo estaba. Era uno de sus regalones, y tanto él como (Eduardo) Berizzo confiaban mucho en sus capacidades, ya que consideraban que tenía el biotipo de jugador europeo, porque era fuerte, hábil y rápido", cuenta Patricio Almendra, uno de sus mejores amigos y ex compañero suyo en Concepción.

"Me alegro mucho que esté renaciendo en la UC. Sin desmerecer a nadie y con mucho respeto, creo que Daud no tiene nada que envidiarle a Trecco, Ovelar o Pizarro. Es más, de la nada te puede sacar un gol, como ya lo ha demostrado", agrega el actual volante lila.

Su padre fue dueño de una minera de carbón en Curanilahue, lo que le permitió al atacante tener una vida acomodada. De hecho, sus compañeros en la Octava Región lo molestaban y le decían que estaba pintado para jugar en la UC. "Tenía una forma de vestir y de hablar distinta a las de todos. Daud tiene mucha personalidad. Pronto estará en Europa", dice Almendra.

No era el favorito

"Tiene una deuda consigo mismo", dijo Mario Lepe en julio de 2011, una vez consumado el préstamo de Gazale hasta fines de 2012.

El ex albo fue la última contratación de los de la franja para el Clausura pasado. Y no era el favorito, pues su último gol en Primera lo marcó el 5 de febrero y su bajo rendimiento en la tienda de Macul causaban muchas dudas en la dirigencia de Cruzados, cuyas prioridades eran los argentinos Luciano Figueroa y Fernando Cavenaghi, con quienes no hubo acuerdo, lo que posibilitó el arribo del penquista.

Hoy, Gazale pide a gritos un puesto de titular en una escuadra donde los delanteros brillan por su falta de gol. El miércoles necesitó sólo 19' para llenar de ilusión a la hinchada cruzada. El busca algo más.