Clásico: se sirve un café en la oficina y de vuelta a su escritorio una parte importante del líquido quedó entre el suelo y sus manos. Científicos de la U. de California de Santa Bárbara, Estados Unidos, estudiaron cuánto tarda el café en derramarse, según el movimiento de las piernas y el resto del cuerpo. Ya sea en tazas pequeñas o en grandes mugs, el ritmo de la marcha humana es adoptado por el líquido que se traslada, oscilando en distintas direcciones si el paso es muy rápido. De este modo, determinaron que entre siete y 10 pasos bastan para botar algo de café. La recomendación: ni agarrar más fuerte la taza ni tensionar el brazo -en especial la muñeca- sirve. Mejor intente caminar más lento y seguro con los ojos mirando la taza, no sus pies.