Señor director:
El sábado este diario presentó una entrevista a Paul Seaquist, en la que se ninguneó el trabajo que César Morales realiza en Europa.
Reconozco y agradezco el trabajo que Seaquist realizó en Viena, lo que permitió que César se presentara como bailarín invitado en importantes montajes, pero decir que por estar enamorado dejó de viajar es una mentira, un insulto al alto nivel de profesionalismo que César ha mostrado durante su carrera, en la que ha postergado intereses personales por las exigencias de su profesión para crecer como bailarín y estar catalogado entre los mejores del mundo. Decir que "se quedó en una compañía en Birmingham o no sé dónde" es de una ignorancia tremenda. Los entendidos saben la importancia que el Birmingham Royal Ballet tiene, lo respetada que es.
Siempre hablamos de los pocos triunfos que logramos como país. César representó a Chile en el extranjero logrando medalla de oro en el Prague International Ballet Competition en 2002, y repitiendo su triunfo en 2003, en el New York International Ballet Competition. Pero eso, en un país como el nuestro, no es importante y menos llega a ser noticia. Se despide, una orgullosa hermana.
Paola Morales Anderson