A 49 años del asesinato del Presidente de Estados Unidos John F. Kennedy, Clint Hill, ex escolta de la ex primera dama Jacqueline Kennedy durante cuatro años, publicó un libro con sus memorias, en las que rememora la vida cotidiana de ella y cuenta detalles de aquel fatal viaje presidencial por las calles de Dallas, Texas, del cual fue testigo privilegiado.
Aquel mediodía del 22 de noviembre de 1963 Dazzle (nombre en clave de Hill), caminaba junto al cortejo de vehículos que secundaban a la limusina Lincoln Continental descapotable en la que viajaban JFK, Jackie, el gobernador de Texas John Connally Jr. y su esposa, Nelly. Todo transcurría con normalidad cuando escuchó el primer disparo, luego de lo cual miró hacia la limusina y vio que JFK se llevaba una mano al cuello. Su reacción fue lanzarse sobre el auto presidencial para proteger al gobernante. Sin embargo, su rapidez no pudo con la velocidad de una nueva bala que penetró en la cabeza del presidente. "Fue como el sonido de un melón estampándose contra el cemento", recuerda Hill. La cercanía con JFK era tal que "en ese instante la sangre, los sesos y trozos de hueso salieron de la cabeza del presidente y me salpicaron en la cara, la ropa, el cabello", recuerda. Cuando el auto aumentó su velocidad en dirección al hospital, Hill recuerda que Jackie tenía los "ojos llenos de terror". El agente secreto comenta que ella sólo se despegó de su moribundo marido cuando Hill se sacó el abrigo y cubrió la cabeza y la parte superior de la espalda del mandatario. Dazzle también describe el momento en que acompañó a la primera dama y su cuñado Robert Kennedy, entonces fiscal general de EE.UU., a ver el cadáver. Fue en ese momento que Jackie cortó con unas tijeras un mechón de pelo de su esposo como recuerdo. Comenta, además, que intentaron convencerla de que se cambiara de ropa debido a las manchas de sangre que había en su vestido. "Déjalos que vean lo que hicieron", fue su respuesta. Hill sostiene que antes de trasladarse a Dallas, Jackie tenía aprensiones con el viaje, pues temía que JFK fuera abucheado tal como le había sucedido poco antes al líder demócrata Adlai Stevenson.
Respecto de los años previos al magnicidio del cual hasta el día de hoy el escolta dice sentirse en parte responsable porque era su deber proteger a los Kennedy, el retirado agente de 80 años comenta que Jackie siempre lo llamó "Sr. Hill" y que él a ella "Sra. Kennedy". Dice, asimismo, que a la primera dama le agobiaba la vida que llevaba en la Casa Blanca y que prefería viajar, especialmente a Europa. En una de esas tantas escapadas al Viejo Continente el itinerario incluía Grecia. Al respecto, Hill sostiene que JFK le dijo: "No deje que la señora Kennedy se cruce con Aristóteles Onassis", el magnate de la industria naviera griega. En 1968, y ya sin la protección de Dazzle, Jackie se casó con Onassis.