El escenario era incierto. TVN estrenó ayer su primera teleserie para la hora de almuerzo, Esperanza, con un formato de realización inédito para ellos -la coproducción con una empresa externa- y en un horario donde, desde hace meses, rondaban apenas los cuatro puntos de sintonía. Por eso, el debut era con diagnóstico reservado. Finalmente, entre las 14.26 y las 15.08 horas, la producción de la red estatal consiguió 10,5 puntos de rating online no definitivo según datos de Time Ibope entregados por TVN. En la misma franja, Mega, con Caso cerrado, logró 9,7; Chilevisión se anotó 8,2 unidades y Canal 13 tuvo 6,2.
Los referentes de las teleseries locales a la hora de almuerzo no abundan. En 1982, Canal 13 estrenó Bienvenido hermano Andes con poco éxito. Así, la producción dirigida por Ricardo de la Fuente y protagonizada por Gonzalo Robles tuvo tres horarios de transmisión: las 15.30, las 15 y las 13 horas, donde finalmente se estabilizó.
"Queríamos volver a las telenovelas para la familia, sin los contenidos adultos que habían tomado las teleseries nocturnas y de la tarde", explica María de la Luz Savangnac, Jefa de Fomento del Consejo Nacional de Televisión (CNTV), organismo que, a través de su fondo concursable, financió la mitad de los costos de Esperanza, sobre los motivos para crear la categoría que debutó el año pasado . "Además, en ese horario sólo se estaban exhibiendo producciones extranjeras -algunas de baja calidad- y nos preguntamos por qué no lograr que haya algo local ahí. Y por último, queríamos abrir un nuevo nicho horario para las productoras independientes, que a veces tienen tan difícil encontrar un espacio en la programación", detalla Savagnac.
Si bien en 2010 TVN fue el único canal en postular a esa categoría, ya para este año, el segundo del apartado, tres canales se presentaron, siempre conservando un modelo de producción mixta y con un tope de $ 5 millones por capítulo como aporte del CNTV.
Así, entre los requisitos para postular estuvo la obligación de que un canal fuera a coproducir cubriendo un 50% del costo (el resto de las categorías no exigen el compromiso de una televisora a ese nivel), que se emitiera entre las 14 y las 18 horas, y que sus contenidos fueran coherentes con la línea editorial del CNTV. "La teleserie debía hablar de la integración y la tolerancia y con Larissa (Contreras) sentimos que sería interesante hablar de una extranjera en Chile. Elegimos una nana peruana porque es un tema muy recurrente aquí", explica Alejandro Cabrera, guionista de la historia y coautor de la idea original, sobre cómo surgió la temática de la producción, que tiene a una joven peruana llegando a trabajar a la casa de su antiguo amor, que ahora está casado y tiene un hijo. Finalmente, TVN se adjudicó $ 5 millones por episodio, según cuenta Savagnac, la mitad del presupuesto de cada capítulo.
Sobre el trato que se le da al tema de la xenofobia, Cabrera explica que "Quisimos tratar el tema de manera bastante directa. Si lo disfrazas no le apuntas. Lo hicimos igual que en Romané, incorporando los mitos más ignorantes respecto del tema". Además, añade, "al final incluso tuvimos que bajar u poco el tono, porque salía un poco políticamente incorrecto".