Parecía el negocio perfecto. Previo pago de US$ 65.000, un grupo experimentado de montañistas te ayudaba a llegar a la cima del Everest, uno de los mayores retos deportivos del mundo. La idea de este emprendimiento fue de Rob Hall, un hombre que fundó la primera compañía de expediciones turísticas a la más famosa de las siete montañas de mayor altura del planeta. Una organización que pasó a la historia no sólo por lo novedoso de su servicio, sino porque estuvo involucrado en una tragedia que en 1996 le hizo perder la vida a ocho personas.

Esta historia es la trama central de Everest, la película protagonizada por Jason Clarke, en el papel de Hall, que llega mañana a salas locales. Junto a él aparece Jake Gyllenhaal como Scott Fischer, un montañista que toma como referencia a Hall y parte su propia empresa de ascensos. Además, actúan en ella Keira Knightley como la embarazada esposa de Hall; Josh Brolin en el rol de Beck Weathers, un médico adicto al montañismo, y Robin Wright como su esposa, entre muchos otros.

El director de la cinta es Baltasar Kormákur (Armados y peligrosos), quien llevó a la pantalla grande el guión co-escrito por el ganador del Oscar por Mejor guión adaptado por Slumdog millionaire, Simon Beaufoy, y el nominado a una estatuilla de la Academia por Mejor guión original por Gladiador, William Nicholson. Hasta ahora, ha conseguido mucho mejores críticas que la versión para TV de 1997, con un 72% de comentarios positivos en Rotten tomatoes.

Controversia

La película llega a salas locales justo en medio de una controversia: el periodista Jon Krakauer fue parte de la expedición guiada por Hill y tras eso escribió el libro autobiográfico Into thin air: A personal account of the mount. Everest disaster. Tras ver esta película, dijo a Los Angeles Times "Es una total porquería" y agregó: "A quien sea que vaya a ver esa cinta y quiera un recuento basado en hechos debería leer Into thin air".

La escena que le molestó en particular es cuando el personaje que lleva su nombre, a quien interpreta Michael Kelly (House of cards), es contactado por el guía ruso Anatoli Boukreev para ayudar en los rescates, pero se niega porque tiene serias dificultades para ver. "Jamás tuve esa conversación", dijo y agregó: "Anatoli fue a varias carpas y ni siquiera los sherpas podían salir. No digo que podría haberlo hecho o lo habría hecho. Lo que digo es que nadie fue a mi carpa a preguntar".

Sobre esto, el director comentó a través de su publicista al periódico: "Nuestra intención en esa escena que el señor Krakauer menciona fue ilustrar lo desamparada que estaba la gente y por qué no estaban en condiciones de salir a rescatar a los demás. No fueron maliciosos, estaban desamparados.