La vía de acceso a Valparaíso por la Ruta 68, que ingresa al puerto como Avenida Santos Ossa, está construida sobre el lecho de un estero, en parte soterrada, confluyendo en un sinnúmero de quebradas. Son 12 microcuencas que en su conjunto presentan diversos tipos de riesgos de deslizamiento, derrumbes, inundación e incendios, según un estudio de la Universidad de Valparaíso.
En estas quebradas viven 23 mil personas, de los sectores Las Delicias, O'Higgins, San Roque y Santa Elena- este último cerca del límite con el cerro La Virgen, foco del megaincendio de 2014-. El área de estudio, de 190 hectáreas (11% de la superficie de la ciudad), presenta a su vez el desarrollo inmobiliario más intensivo del puerto, con 23 proyectos en construcción enfocados a la clase media, y donde aún hay espacio para nuevos emprendimientos.
"El problema radica en que la densidad poblacional se quintuplica, así como los vehículos, pero no crece en la misma proporción la infraestructura. Los sistemas de aguas lluvias siguen siendo los mismos, así como las vías, que se hacen pocas y estrechas. Eso influyó en el incendio del cerro Las Cruces", señala el constructor civil de la Universidad de Valparaíso y magister en Asentamiento Humano y Medio Ambiente, Uriel Padilla.
El experto agrega que, aunque no fue cuantificado en el estudio, esto daña la calidad de vida "y lo vemos en los tacos en Avenida Argentina, donde confluye todo el tráfico que baja desde esta zona de estudio. Si en los años 80 la gente se demoraba 10 minutos en el taco, ahora se demora 40", puntualiza.
Para Padilla existen riesgos en emplazar edificios sin considerar el manejo apropiado de las terrazas y los servicios, como el sistema de evacuación de aguas lluvias, ante el riesgo de deslizamientos y aluviones. Así, el estudio identificó puntos con laderas desnudas, microbasurales y obras de contención de material y de aguas lluvias insuficientes. La idea es que está información permita incorporar medidas de mitigación o prohibiciones de construir a futuro.
"Este estudio fue encargado por el municipio como un insumo para ser integrado en el nuevo plan regulador, cuya elaboración está en curso. Surgió como una necesidad urgente luego del megaincendio para identificar los riesgos en la planificación de la ciudad", señaló Jaime Varas, alcalde (s) de Valparaíso.
La relevancia de incluir los riesgos integrados en el territorio en los planes reguladores, permite "entregar una mayor seguridad a la gente, ya que esa es la razón de ser de los planes reguladores. Ordenar el crecimiento de las ciudades mediante normas de higiene y seguridad en los edificios y espacios urbanos", explicó Sergio Albornoz, académico y experto en prevención de riesgos.
Principales riesgos
Según el informe, el promedio de altura de los edificios de Valparaíso llega a 15,5 pisos, mientras que en los 80 y 90, sólo era de 7,5 pisos.
"Las constructoras solo quieren vender, pero no hacen salidas de auto, y los consultorios y colegios siguen siendo los mismos. Nos faltan pasarelas para cruzar Avenida Ossa, y más encima está el riesgo de incendios al estar rodeados de árboles, lo que nadie prevé antes de construir", señaló Paola Guzmán (44), vecina de calle Hanga Roa.
De acuerdo a los factores de riesgo analizados en calle Carlos Wooster, se están evacuando aguas servidas en un el estero que corre paralelo a la Ruta 68, donde hay ocupaciones informales sin infraestructura sanitaria.
En la cuesta El Roble se verificó una pendiente excesiva para la construcción, por sobre los 45 grados, con suelo inestable con tierra suelta producto de la deforestación del terreno. Los árboles nativos, cuyas raíces ayudaban a compactar el terreno, ya no existen.
En tanto, en el sector de Las Delicias, se identificaron áreas pobladas de cañaverales y árboles de 30 metros, Sin embargo, sus ramas no podadas son un factor de riesgo al caer sobre el tendido eléctrico. Los árboles secos y combustibles, agregan otro elemento de riesgo a la población.
Incluso en la berma de la Ruta 68, a la altura del parque Quintil, cae constantemente material desde las laderas, ya que no todo el trayecto cuenta con mallas o elementos de contención.







