Los profundos contrastes que dividen a las ciudades y la brecha social que determina una calidad de vida bajo la media nacional para las comunas donde habita el 58% de la población, fue el resultado de un estudio realizado por el Instituto de Estudios Urbanos de la UC y la Cámara Chilena de la Construcción.

La investigación estableció un ranking entre 69 comunas y les puso un índice según seis criterios: la condición laboral que generan; la vivienda y el entorno; salud y medioambiente; conectividad y movilidad; condiciones socioculturales, y ambiente de negocios. Con la suma de los puntajes, se logró establecer que Vitacura tiene el Indice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) más alto del país (74,5). La sigue Las Condes (72,1) y Providencia (68,9).

Las tres comunas del sector oriente de Santiago promedian un ICVU de 71,8, es decir, 29 puntos más alto que el 42,8 del total nacional.

En las antípodas, otras tres comunas del Gran Santiago lideran los peores ICVU: San Ramón (29,8), La Pintana (30,5) y Lo Espejo (31,4).

"Si a un extranjero le mostramos Vitacura y luego San Ramón y le decimos que ambas comunas no sólo están en el mismo país, sino en la misma ciudad, no entendería ni creería absolutamente nada", grafica Arturo Orellana, coordinador del núcleo de estudios metropolitanos de la UC y autor de la investigación.

Entre las ciudades de regiones, la lista ubica a Punta Arenas (49,6) y Concón (49,4) como las de mejor calidad de vida.

Para el alcalde de Punta Arenas, Vladimiro Mimica, este salto de la capital de Magallanes "se debe al bajo nivel de cesantía de la ciudad que no alcanza el 4%. Hemos logrado una gran interacción con la Patagonia argentina. Otra razón es que las remuneraciones son distintas al resto de Chile, aunque el costo de vida es más caro", señala.

Entre las últimas ciudades de regiones figuran Lota (32,0) y San Antonio (32,3). Ambas con altos índices de cesantía.

Sube el nivel

El estudio también muestra un cambio respecto de la configuración urbana de Chile en 10 años, a partir de los datos arrojados en la encuesta de 2002. Según la investigación, en ese plazo se produjo un aumento de la calidad de vida de 34,5 ICVU en 2002 a 42,8 este año, aunque las comunas donde vive el 58% está bajo esta media.

Este cambio refleja una leve disminución de la brecha, según Orellana. Sin embargo, a su juicio, persiste un problema estructural. "Los municipios carenciados concentran población con una serie de demandas que les imposibilita disponer de más recursos, mientras las comunas de alto estándar de vida, que ya tienen resueltos los problemas urgentes, pueden invertir en aspectos que mejoran la calidad de vida, como áreas verdes e incluso clínicas propias", añade.

La comuna que lidera los ascensos es Talcahuano (subió 32 puestos hasta el 11), pese a que Orellana admite que el estudio aún no recoge todos los efectos del terremoto de 2010. Le siguen Maipú y Conchalí.

La ciudad que más retrocedió es San Antonio, debido al alto desempleo de la zona. Luego destacan Coyhaique, por la falta en la diversidad de servicios y empleo, y Chillán Viejo.

Para el presidente de la Comisión de Urbanismo de la Cámara Chilena de la Construcción, Fernando Herrera, los resultados dan cuenta de problemas de coordinación de entidades públicas para facilitar la inversión privada, lo que, a su juicio, contribuye a reducir los déficit.

"El Estado puede facilitar la inversión privada proveyendo inversión pública para facilitar que las empresas decidan instalarse en un lugar u otro, así nivelando la cancha entre las comunas para concentrar inversión privada. También el Estado debe focalizar la inversión para las personas con menores ingresos y eso es un motivador de inversión relacionado con déficit existentes", indica.