La Unión Europea acordó ayer por "amplia mayoría" el reparto de 120.000 refugiados en los próximos dos años a pesar de la fuerte oposición de varios países del centro y este de Europa, lo que asesta un serio golpe a la unidad del bloque.
La decisión fue tomada por mayoría calificada por lo que se impone a la República Checa, Hungría, Rumania y Eslovaquia, que votaron en contra. Finlandia se abstuvo y Polonia, que hasta ahora se oponía, votó a favor.
El primer ministro eslovaco, Robert Fico, insistió que no aceptaría lo que impone Bruselas: que cada país de la UE acepte una cierta cantidad de refugiados llegados a Grecia o Italia, desbordados por la situación.
La decisión de los ministros se produce en vísperas de una cumbre de emergencia de jefes de Estado y de gobierno en la que tendrán dificultades para mostrar su unidad.
"Algunos dirán que Europa está dividida porque no logramos una decisión consensuada, pero estamos frente a una situación de emergencia", dijo el ministro luxemburgués, Jean Asselborn.
La medida de urgencia propuesta por la Comisión Europea supone el reparto de 120.000 refugiados sirios, iraquíes y eritreos llegados desde fines de agosto a Grecia e Italia, los dos países más expuestos a la llegada de solicitantes de asilo.
El mecanismo prevé que otros países podrán añadirse a la lista de las naciones más expuestas si enfrentan una situación de emergencia. Hungría no quiso figurar en esa lista, a pesar de las decenas de miles de solicitantes de asilo que llegaron a su territorio en las últimas semanas.
Croacia, adonde llegaron más de 35.000 personas en seis días, estaría interesada, pero también Alemania, que este año espera la llegada de 800.000 personas, señaló el ministro de Interior alemán, Thomas de Mazière.
Una cláusula permite a un Estado "en circunstancias excepcionales", suspender su participación por un período que no puede superar 12 meses y que alcance a menos del 30% de la cantidad de refugiados que debe recibir según este mecanismo.
Debido a la firme oposición de Praga, Budapest, Bratislava y Bucarest, el debate sobre su aplicación estará presente en la cumbre de emergencia de jefes de Estado y de gobierno de la UE convocada para hoy.
Los 28 miembros del bloque ya tuvieron serias dificultades para ponerse de acuerdo sobre el reparto de 40.000 refugiados propuesto por la Comisión en mayo. La medida fue adoptada recién la semana pasada.
Amnistía Internacional celebró la decisión estimando que "al menos se pudo evitar la parálisis completa". Pero "las cifras de reubicación son muy bajas vista la inmensidad de la crisis actual", estimó John Dalhuisen, director para Europa de la ONG.
En total, un millón de demandas de asilo podrían presentarse en 2015 en los países de la UE, según la Ocde. Hungría, por donde transitaron desde principios de año 225.000 migrantes, hace oídos sordos a las críticas y continúa la construcción de una valla en su frontera.