La población de origen europeo tiene una característica genética en la sangre que eleva hasta 15% la posibilidad de sufrir un infarto agudo de corazón, según un estudio internacional. La característica hematológica asociada con un mayor número de plaquetas circulantes y a un mayor riesgo de infarto de miocardio, se observa sólo en la población europea, no en la de origen asiático o africano.