Señor director:

En relación a la carta de Iván Poduje publicada el sábado 10, quiero señalar que el riesgo de contaminación por metales pesados en el aeródromo Los Cerrillos está acreditado. La única manera de ocupar dichos terrenos es a través de un costoso saneamiento.
La administración no ha respetado las normas internacionales sobre abandono de aeropuertos, que exigen trabajos profundos y prolongados. Respecto de estos terrenos, el Ministerio de Vivienda ha sido contumaz en negarse a someter el proyecto de cambio de uso de suelo a un Estudio de Impacto Ambiental (EIA). El caso del cambio de uso del suelo de Las Salinas en Viña del Mar implicó un EIA que exigió trabajos de mitigación y saneamiento que llevan prácticamente 10 años.
Respecto del origen de la contaminación en el aeródromo, esta es responsabilidad de los grandes operadores comerciales y militares del aeropuerto entre 1945 y 1970, como la otrora Lan Chile, Panagra y distintas aerolíneas internacionales, como también la Fuerza Aérea y grupos de transporte, cuando la tecnología actual y las normas ambientales no existían. La aviación civil no tuvo mayor injerencia en esa contaminación.

Miguel Depolo Tissavak
Abogado