Tras el derrumbe, la prioridad de las autoridades fue el rescate. Sin embargo, salieron a la luz los anteriores accidentes en la mina y se plantearon las condiciones en que estaba siendo explotada.

El ex director regional del Servicio Nacional de Geología y Minería, Anton Hraste Carrasco, envió en los últimos días una carta a un senador en que recordaba sus recomendaciones a la minera San Esteban Primera de que este yacimiento "no volviera a operar nunca más", tras un accidente de 2006, en que murió el ayudante de un geólogo.

A este documento tuvo acceso ayer La Tercera, y en él se advierte que el accidente del jueves fue -según Hraste- por "desprendimiento de roca". Sobre el accidente de 2006, el cual, "es la génesis del accidente que mantiene atrapados a 33 mineros.... no permití que esa empresa se reabriera y dejé claramente establecido que 'no debierta reabrirse nunca más', pues las explosiones de roca son casi imposibles de predecir", indica. Al estar en plena Falla de Atacama, la mina tiene "características especiales que atentan contra la estabilidad de sus labores".

Hraste, se lee en la misiva, había sido apoyado en su decisión por las máximas autoridades de la entidad fiscalizadora. "El director nacional de Sernageomin era don Patricio Cartagena D., el jefe del Departamento de Seguridad Nacional era don Exequiel Yáñez M., quienes me avalaron en mi decisión de no reabrir la mina".

"Hice paralizar toda actividad extractiva en mina San Antonio y San José, hasta que construyeran nuevas rampas de acceso y nuevas salidas de emergencia. Esto generó mucha molestia en el gerente general y dueño del 70% de empresa San Esteban, Alejandro Boihn, quien me amenazó en varias oportunidades con acusarme al Ministerio de Minería con hacerme perder el trabajo", enfatiza el ex funcionario.