Para el colombiano Fernán Martínez (56), el primer gran mánager de la historia fue el alemán Leopold Mozart, el hombre que a mediados del siglo XVIII paseó a su hijo Wolfgang Amadeus por las mejores cortes, y que luego terminó distanciado de éste por cuestiones de dinero. Un desenlace similar al que el propio Martínez protagonizó este año con Juanes, claro que por motivos que éste aún no comprende del todo.
"Inesperadamente surge esta decisión suya de prescindir de mis servicios, que me sorprendió, porque tuvimos una relación muy exitosa. Desde entonces no hemos vuelto a hablar", cuenta el representante sobre su quiebre con el artista al que llevó a ganar premios Grammy y reconocimiento.
Periodista y ex concejal, Martínez -de paso por Chile para el seminario Amplifica, invitado por el Consejo de Cultura- se ha hecho un nombre en la industria musical, como el hombre que internacionalizó la carrera de Julio Iglesias, y años después la de su hijo Enrique. Una labor que repitió a partir de 1999 con el autor de Me enamora, y que terminó de golpe con un tuiteo del cantante en mayo, donde además anunció su retiro indefinido de la música, tras los malos resultados del disco P.A.R.C.E.
"(Juanes) tiene muchas dudas y una personalidad muy fatalista para todas las cosas. Desde el primer día lidiamos con eso", recuerda Martínez, que ve el receso con suspicacia: "El retiro es totalmente inoportuno, pero creo que no durará; necesita al público y le da terror que la gente se olvide de él".
Control de competencia
Conocido por sus técnicas promocionales y su extensa red de contactos, Martínez es de aquellos cuyos métodos generan toda clase de mitos, los que en su mayoría no desmiente. Con Julio Iglesias, por ejemplo, dice haber ideado un sistema para que siempre saliera con su mejor perfil en las fotos. Una técnica que respetó, incluso, tras el secuestro del padre del español, en 1982. "Cuando al padre de Julio lo liberan frente a los periodistas, yo ya tenía previsto por qué lado llegaría el helicóptero, para que así tuviéramos el sol a favor y las fotos se tomaran por la derecha. Y es que esa imagen iba a dar la vuelta al mundo", recuerda.
Claro que las estrategias no siempre resultaron según lo planificado. Eso ocurrió en el Festival de Viña de 2000, cuando Enrique Iglesias hirió a una fan al lanzar la Gaviota a la audiencia. "Yo le dije antes, 'Enrique, ofrécele la Gaviota al público'. Algo que en Argentina se usa. Pero en vez de entregarla a alguien, la tiró, lo que fue una falla, porque pareció un desaire al evento", explica.
Lo que Martínez tampoco niega es su histórica antipatía hacia Shakira, cuya carrera intentó obstaculizar más de alguna vez . "Control de la competencia", lo llama él, y recuerda la génesis de la hostilidad: "Ella se dio cuenta de que Juanes era una amenaza y lo menospreció dos veces, algo que no le perdoné. Ahora que no estoy con Juanes, creo que habrá un acercamiento entre ambos".