Pasadas las 18 horas de ayer en Washington el Presidente Sebastián Piñera hizo un alto en su agenda de actividades en Estados Unidos (ver página 8) para salir a responder la arremetida de los ex mandatarios de la Concertación, que durante la mañana en el marco del primer cónclave de la oposición salieron a criticar al nuevo gobierno.

Con la excepción de Patricio Aylwin, los ex presidentes Ricardo Lagos, Eduardo Frei y Michelle Bachelet, ante unos 200 militantes convocados en el Estadio El Llano de San Miguel, plantearon reparos a las medidas sobre reconstrucción de la nueva administración y apuntaron la relación entre política y negocios.

Piñera afirmó que "los países que dedican sus esfuerzos a una lucha fratricida están sacrificando su futuro. Estamos abiertos a las críticas constructivas, pero no vamos a escuchar las críticas que vienen de la ignorancia o de la mala intención". Agregó que se quedaba "con las palabras del Presidente Aylwin, que llamó a la Concertación a hacer una oposición firme, pero constructiva".

Duros discursos

La jornada se inició cerca de las 9.30, con una convocatoria menor de la esperada por la marginación de algunos diputados DC que criticaban que el cónclave cambiara su foco desde una instancia para analizar la derrota electoral a un encuentro para discutir la reconstrucción.

No obstante, los cuatro ex presidentes llegaron con duros discursos políticos sobre el rol que debían adoptar como oposición. Cerca del mediodía y tras reunirse en la cafetería del lugar se acercaron entre aplausos al escenario.

Aylwin fue el único que se restringió a los 15 minutos del programa y también el único de los oradores que deslizó una autocrítica por el fracaso electoral. "Primaron los personalismos y conflictos de poder sobre los proyectos colectivos", indicó. Haciendo gestos a Piñera -quien lo ha mencionado como referente para su gobierno- afirmó que "debemos ser una oposición propositiva, la gente no entendería otra cosa".

Un tono distinto tuvieron los otros ex presidentes, quienes desplegaron sus agendas en la cita y apostaron por proyectar su liderazgo al interior de la Concertación. Uno de ellos fue Frei, quien habló 30 minutos y, realizando varias referencias a lo que fue la campaña presidencial, criticó los nombramientos en la nueva administración y la acusó de tener "un estilo patronal". Agregó que como oposición "vamos a cobrar cada promesa" de campaña y que vigilará que las urgencias tras el terremoto no deriven en "tráfico de influencias". El senador DC propuso utilizar las reservas de la Ley del Cobre (que evaluó en US$ 5 mil millones en dos años) para financiar la reconstrucción.

Según explican en su entorno, el ex candidato buscaba este momento para intentar reposicionarse como un líder duro desde el Senado.

En el turno de Lagos, el ex mandatario se mostró como una suerte de mentor de la "nueva" Concertación -planteó crear una institucionalidad distinta en el conglomerado- y delineó parte de sus objetivos, como "ser un gobierno en la sombra".

Luego de llegar de madrugada a Chile para participar del encuentro y antes de que por la noche volara a EE.UU., Lagos propuso en la cita un alza de impuestos a las empresas de cinco puntos (de 17% a 21%) y rechazó apoyar la ley de beneficios tributarios a las donaciones.

Bachelet, que había sido la primera de sus pares en llegar, intentó imprimir un "sello ciudadano" a su participación. Pagó la cuota de $ 15 mil de inscripción, se colgó la credencial al cuello y fue la única que entró a participar a las comisiones de trabajo. Buscando defender las obras de su gobierno, su discurso estuvo marcado por un llamado a mantener los programas sociales y hacer la reconstrucción en sintonía con la gente. En alusión a Piñera, afirmó que "se puede participar en lo público sin tener conflictos de interés: se trata de tener vocación de servicio público".

En el círculo de Bachelet, donde la proyectan como presidenciable para el 2014, ayer repartieron invitaciones para la inauguración de su fundación Dialoga, que se realizará este viernes.