Si viviera, el artista pop Andy Warhol tendría 83 años y una fortuna astronómica, si consideramos las ventas de sus cuadros en subastas. Pero lo que hizo el artista inglés Edgar Askelovic fue imaginarse al icónico artista del pelo blanco en una obra realista que no utilizó más referentes que la imaginación, por sobre programas computacionales. Askelovic vendió su auto, compró silicona y arcilla en grandes cantidades y realizó en tres meses la escultura que se basa en una vieja foto de la década del 60 del hombre nacido como Andrew Warhola. La obra se exhibe en la Galería McDermott de Birmingham y, según su dueño, Terence McDermott, "lo que Edgar hizo es utilizar una licencia artística para crear su propia interpretación de Warhol".