Las cosas bien hechas. Esa era una de las máximas de Ernesto Silva Bafalluy, destacado hombre público, fundador y rector de la Universidad del Desarrollo, quien falleció ayer, a los 63 años. Ingeniero comercial de la Pontificia Universidad Católica de Chile, máster en Economía de la Universidad de Chicago, ejecutivo y empresario de vasta trayectoria, Silva fue parte de una generación que desempeñó un rol relevante en el establecimiento de las políticas económicas y sociales que definieron el modelo de desarrollo del país a partir de los 70. Se caracterizó por su sentido de servir al país y su interés en política, que materializó a través de su militancia en la UDI.
Estaba casado con María Cristina Méndez Ureta, con quien tuvo cuatro hijos, entre ellos, el diputado de la UDI Ernesto Silva Méndez. Entre otros cargos, era presidente de AFP Cuprum, director de la Fundación Miguel Kast y de la Asociación de AFP.
Trayectoria multifacética
Silva fue alumno del colegio Verbo Divino. Posteriormente, entró a estudiar Medicina, pero sintió que esa no era su vocación y decidió cambiarse a Ingeniería Comercial en la Universidad Católica. Ahí lo conoció Pablo Baraona, quien recuerda: "Siendo yo director de la Escuela de Economía llegó a consultarme si podía entrar. Pregunté por qué venía tan tarde y le pedí las notas; como eran excelentes hablé con el rector y se incorporó a clases una semana tarde. Resultó ser un alumno brillante, uno de los mejores de su curso, que tenía muchas lumbreras. Era bastante colaborador y se involucraba en las iniciativas del centro de alumnos".
Ahí, Arnold Harberger y otros profesores lo motivaron para que se fuera a estudiar un doctorado a Chicago.
En la misma generación de la UC estaba Martín Costabal, quien cuenta que como los cursos se repartían por orden alfabético, él quedó en una sección distinta a la de Silva y Miguel Kast. Pero se conocieron en los cursos superiores y ambos influyeron para que Costabal también se fuera a Chicago. "Allá fue un brillante alumno, pero en esa época había un imperativo por volver a Chile, así es que no hizo la tesis y se quedó con el título de master of science. Volvió antes del 11 septiembre del 73 y participó en la redacción de El Ladrillo", relata Costabal. Dicho documento estableció las bases del modelo de libre mercado que impulsó el gobierno militar.
Después comenzó su trayectoria profesional en la Oficina de Planificación Nacional (Odeplan), cuando el director era Roberto Kelly y el subdirector, Miguel Kast. Asumió como director de planes, a cargo del desarrollo de los instrumentos de política social. En 1977 fue elegido vicepresidente ejecutivo de Cochilco y en 1979, gerente general de Enap.
Amigo de sus amigos en las buenas y en las malas, cuando Kast salió del gobierno, en 1982, Silva le organizó una masiva despedida.
A fines de los 80 llegó al grupo Endesa, como gerente general de Pehuenche. A los pocos años asumió la gerencia corporativa de Endesa Chile. Tras la llegada de los españoles dejó la labor ejecutiva y pasó al directorio de la compañía, como representante de los minoritarios.
En 1991 fundó en Concepción la Universidad del Desarrollo, junto a sus amigos Joaquín Lavín, Carlos Alberto Délano, Cristián Larroulet, Hernán Büchi y Federico Valdés. La institución abrió una segunda sede en 1999 en Santiago, absorbiendo la Universidad de Las Condes. Joaquín Lavín dice que "todos contribuimos a fundarla, pero él se dedicó a la universidad en cuerpo y alma, como rector. Quería convertirla en una de las mejores de Chile y lo logró". Recuerda que fue profesor suyo en la UC y después lo llevó a trabajar al servicio público.
Otra de las pasiones de Silva era el fútbol: hincha del club Universidad de Chile, afirman que en esta afición perdía toda la racionalidad que lo caracterizaba.
"Ernesto fue un trabajador incansable, al servicio de sus distintas causas. Fue presidente y director de varias empresas del grupo Penta, donde su claro juicio será imposible de reemplazar. Tiene una familia que lo prestigia como formador y hombre de profundos cariños. Si me piden una frase para definirlo, tendría que ser: comprometido hasta la muerte", señala Carlos Eugenio Lavín, socio de Empresas Penta.
Sus funerales se realizan hoy en el Cementerio Parque del Recuerdo, tras una misa a las 13 horas, en la Iglesia Santa María de Las Condes.