Producto de complicaciones derivadas de un accidente cerebrovascular que sufrió el mes pasado, el músico Luis Hernán Araneda falleció ayer, a los 87 años. Conocido como "El Baucha", el integrante fundador de Los Chileneros, junto a Hernán "Nano" Núñez, se transformó en una de las figuras claves de la cueca urbana, que surgió en el país en los 60 y que hoy goza de amplia popularidad.
"Era un personaje muy significativo dentro de las tradiciones urbanas chilenas. Es un eslabón que se rompe, quedando un vacío que sólo puede ser llenado por las nuevas generaciones", explica Mario Rojas, músico y vicepresidente de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD).
El velorio empezó ayer en la casa de Araneda, ubicada en la calle Ignacio Carrera Pinto 1527, comuna de Renca. El mismo continuará hasta las 15 horas de hoy, cuando se iniciará la procesión hacia el Cementerio General, donde a las 16 horas se harán sus funerales.
"Era una pieza fundamental en todo lo que tiene que ver con la cueca brava de hoy en día. Servía todavía de inspiración a todos los jóvenes y era consultado por ellos, para recibir de fuente directa lo que ocurrió durante la época dorada de este movimiento", explica Daniel Muñoz, actor y músico que cultiva este género. De hecho, en su presentación de anoche, junto a su banda Los Marujos, en el Teatro Municipal de Las Condes, planeaba incluir un tributo al folclorista. "El vivió los enfrentamientos de cueca, conocía los códigos, era una enciclopedia viviente. Necesitó un homenaje en vida y creo que con su muerte van a empezar a generarse algunos", agrega Muñoz.
Los Chileneros publicaron su primer disco, La cueca centrina, en 1967, al que le siguió el trabajo La cueca brava, un año más tarde, que terminaría por caracterizar el estilo musical del grupo, alejado de los convencionalismos del género. Araneda también colaboró con Los Chinganeros y Los Centrinos, además de tener una carrera como solista. Su último disco, Yo nací pa' cantar cueca, fue lanzado en junio.