Los dos sismos de ayer, registrados a las 09.16 y a las 09.21, con epicentro a 15 y 24 kilómetros de Tongoy, respectivamente, causaron preocupación entre los habitantes de las zonas costeras de Coquimbo, no sólo por su intensidad y fuerte ruido.

Con magnitudes de 5,6 y 5,5 grados Richter y separados por apenas cinco minutos, los temblores encendieron las alertas, debido a informaciones no oficiales que circularon en redes sociales, dando cuenta de la necesidad de evacuar los colegios, pese a que, según informó más tarde la autoridad, nunca hubo alerta de tsunami.

"Entendemos que se aplique el protocolo en los colegios ubicados en zonas de inundación, pese a no haber recibido la orden, porque es parte de la sensación que quedó tras el terremoto de 2015. Lo que obviamente no compartimos, es que se haya retirado a niños de clases en zonas donde no hay posibilidad de inundación", precisó el director regional de Onemi, Rubén Contador.

Los directores de los tres colegios de Tongoy -que se ubican en zonas de inundación- activaron la evacuación preventiva. Pero en Guanaqueros, sin ser necesario, por encontrarse en área segura, los padres retiraron a sus hijos, lo que se habría repetido en varios establecimientos de La Serena. "Yo no fui a buscar a mi hija porque sé que es un lugar seguro. Eso se ha reiterado en varias charlas, pero no faltan los papás que van igual por miedo", comenta María Fernanda Aguirre, apoderada del Colegio Trinity School de La Serena, ubicado en Cerro Grande, la parte más alta de esa ciudad.

En ese colegio como en la mayoría de los establecimientos y jardines, los niños fueron conducidos a las zonas seguras dentro de sus inmuebles, para volver a clases a los 20 minutos. Lo mismo ocurrió en edificios comerciales y públicos. "Con el segundo sismo, que fue más fuerte que el primero, la mayoría de mis compañeros bajaron al patio, asustados. Fue traumático el terremoto de septiembre y es entendible que los papás sobrreaccionen con los escolares", dijo Eduardo Huerta, funcionario público de La Serena.

Mario Pardo, subdirector del Centro Sismológico Nacional de la U. de Chile, confirmó que los sismos de ayer, y otros registrados el fin de semana en la región, corresponden a réplicas en el límite norte de la ruptura del terremoto del 16 septiembre pasado. "Van 3.600 réplicas hasta hoy y algunas como las de hoy (ayer), son más perceptibles para la población y con mayor razón ahora, que el origen de estos eventos estuvo a menor profundidad. Eso hace que la percepción de la gente haya sido mayor", precisó Pardo.