Un plazo de tres años, fijado por decreto, es el que tendrían las farmacias para iniciar la venta de medicamentos fraccionados, iniciativa que es parte del proyecto de Ley de Fármacos que estudia la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.

Según explicó el ministro de Salud, Jaime Mañalich, la idea es que los medicamentos con receta médica sean comercializados a granel, permitiendo a las personas comprar en dosis unitarias y en la cantidad justa que indica la prescripción médica.

"Con esto, las personas podrán comprar lo que necesitan y no una caja que viene prediseñada para una necesidad que no siempre es concordante con la prescripción que hizo el profesional de salud para esa persona", dijo Mañalich.

Según las estimaciones de salud, la venta de medicamentos a granel desde los laboratorios a las farmacias reduciría el costo de envasado en casi un 5%. Además, la posibilidad de comprar la dosis justa prescrita, en lugar de la presentación estándar, generaría un ahorro de 4% en el costo del medicamento que asume el usuario.

Esta indicación fue repuesta ayer en la tramitación del proyecto de Ley de Fármacos, junto a otras tres que habían sido rechazadas. Se trata de la moción que mandata la prescripción de medicamentos con su nombre genérico en la receta médica, para que puedan ser intercambiables fácilmente por el bioequivalente; la venta de remedios en góndolas para evitar la mediación de un vendedor y la ampliación de venta de fármacos en sitios distintos a farmacias, como almacenes y supermercados.

En tanto, respecto al sobregasto en que incurren algunos hospitales al comprar en forma directa a los laboratorios en lugar de agrupar la demanda a través de Cenabast, Mañalich dijo que se auditarán los procesos y que se revisarán, particularmente, aquellos en que existe una opción bioequivalente igual de segura, pero más económica.

En paralelo se están elaborando desde el Minsal nuevas guías clínicas que fijarán parámetros farmacológicos para el tratamiento de las enfermedades.