Fernanda Urrejola está ocupadísima. La actriz se encuentra en medio de las grabaciones de Graduados, por lo que tiene -sin exagerar- poco más de 15 minutos para cambiar un poco su vestimenta, retocar maquillaje -"Necesito un color de labios más fuerte", comenta- y sacarse unas fotografías. La misión es que por unos momentos Urrejola deje de lado a María Laura "Loli" Falsetti, el recatado e indeciso rol que interpreta en la teleserie que protagoniza en Chilevisión, para convertirse en la Mujer Metralleta, el personaje que da nombre a Tráiganme la cabeza de la mujer metralleta, la película con guión y dirección Ernesto Díaz (Kiltro, Mandrill, Mirageman) con que la actriz llega a salas locales el 23 de mayo.

A pesar de tener las probabilidades en contra, Urrejola lo consigue. Mira desafiante a la cámara y mientras una productora le dice que debe volver al set porque tiene que grabar siete escenas, saca a su chica mala interior. Todo para emular a lo que Urrejola define como "el rol más entretenido que me ha tocado".

Despliega sensualidad, actitud y un toque de sarcasmo, igual que lo que se ve en los adelantos de la cinta donde encarna a esta mujer que es buscada intensamente por un mafioso local que ofrece $ 300.000.000 por ella, viva o muerta. Es en ese momento en que un inocente DJ caracterizado por Matías Oviedo, quien, según Urrejola, "es el verdadero protagonista", que se une a la búsqueda de esta femme fatale que pone en jaque a la mafia santiaguina.

La actriz cuenta que tenía muchas ganas de trabajar con Díaz y que en cuanto supo a través de un amigo en común -Nicolás Ibieta, productor y director de fotografía de la cinta-, que estaba trabajando en un nuevo proyecto con una mujer de protagonista, tomó la oportunidad de hacerlo. "Antes de saber de qué se trataba, yo ya quería participar. Después me contaron de qué se trataba y con mayor razón tuve ganas de estar en él", dice sobre un rol con bastante trabajo físico y muy atrevido que la muestra con menos ropa que en Diario secreto de una profesional, la serie de TVN en la que caracterizó a una prostituta. Según explica, en esta película, el personaje usa su sensualidad como otra arma para debilitar a sus enemigos: "A ella le gusta ser la mina que los mata a todos... y en todos los sentidos".

¿Siente que este rol le da la posibilidad de ampliar su registro como actriz? "Totalmente, de jugar, de probar cosas nuevas. Este es un personaje que se diferencia mucho de los otros que he hecho: me encanta que una mujer sea a quien todos le temen, que sea ella la más buscada, más temida y peligrosa, que no le tenga miedo a nada, que sea tan impredecible y tan loca".

100% entretención

Estas características están al servicio de una cinta que muestra balas y sangre sin miedo y con mucho humor, todo con tal de la diversión del espectador, algo que no es tan común en el cine local que suele tener más pretensiones. "Este es un tipo de película donde el juego es extrapolado, es 100% juego y, por lo mismo, es 100% entretención", dice la actriz y en esto la avala el director y guionista: "En todo ambiente cinematográfico falta este tipo de cine, siento. Es el que me gusta ver y como no existe o existe muy poco, quiero hacerlo. Pienso en el público y el entretenimiento".

La cinta, que tuvo como punto de partida la admiración que Díaz tiene de Tráiganme la cabeza de Alfredo García de Sam Peckinpah, es parte del movimiento Latinexplotaition: cintas de bajo presupuesto, que se basan en la violencia y el humor y están inspiradas por cintas del mismo tipo que se mostraban en autocinemas estadounidenses de los 70 que inspiraron a gente como Quentin Tarantino y Robert Rodríguez. "Pero son películas que finalmente se ríen de la violencia: vez la sangre y, más que asco, te provoca risa. No vas a tomar una metralleta y ponerte a disparar después de verla. Es una película violenta, que se ríe de la violencia", asegura la intérprete.

Según Urrejola, esta es otra singularidad de la cinta: "Lograron hacer una gran película y no se nota que es de bajo presupuesto. Lograr hacerla con pocos fondos y en los pocos días que tuvimos, me parece que es magia: ahí se nota el talento". Díaz explica que el guión es una de las preocupaciones más importantes: "Uno trata de hacer la mejor película posible, siempre".

Hasta ahora, ha conseguido críticas más que favorables. Primero en el Fantastic Fest de Texas en septiembre y en Bacifi en marzo. Para Díaz, se debe al sabor chileno que tiene, con huasos y chinchineros entre los personajes. "A pesar de que es súper local, cuando la hemos mostrado afuera la gente se ha muerto de la risa", señala Urrejola.

Las expectativas de taquilla son altas -"Las críticas tienen mucho que ver con la relación de la película con el público y con que es de entretenimiento: dinámica y entretenida", dice Díaz-, y están también las ganas de hacer una secuela. "Yo creo que es un hecho que va a ocurrir, pero no sé cuándo", dice Urrejola, mientras Díaz piensa en la posibilidad de hacer una cinta que reúna a la actriz con su actor fetiche, Marko Zaror.