Los delitos de falsificación, cohecho y sustracción de documentos incluye la querella que presentó el Banco Central tras detectarse una serie de irregularidades en la Casa de Moneda. Entre las anomalías: el inédito robo de pliegos de billetes impresos y otros por terminar que fueron puestos en circulación.

La acción judicial fue presentada a fines de enero pasado, en el marco de una investigación que realiza la Fiscalía Centro Norte desde 2008. La razón: presuntos ilícitos cometidos al interior de la institución dedicada a la acuñación de monedas y la impresión de billetes. En la indagatoria también se hizo parte el Consejo de Defensa del Estado (CDE).

De acuerdo con la investigación, en 2006 los sistemas de seguridad del Banco Central detectaron un billete de $ 10 mil falsificado. Sin embargo, el análisis realizado determinó que el papel poseía todas las medidas de resguardo tales como la marca de agua y el cordón de seguridad. Tenía falsificado el número de serie y la firma del presidente del instituto emisor escritas con un lápiz.

Una situación similar ocurrió en junio de 2008, cuando la empresa Brink´s detectó un billete de $ 5 mil también falsificado. La indagatoria interna determinó que el ejemplar correspondía a uno elaborado en la Casa de Moneda, pero que tenía falsificados el número de serie y las firmas del presidente y gerente general del Banco Central. Durante los procesos de fiscalizaciones, también se detectó otro billete falsificado de $ 20 mil, con las mismas características que los anteriores. Todos estos casos fueron denunciados a la justicia.

Sin embargo, la indagatoria interna determinó que todos los billetes falsificados fueron efectivamente elaborados en la Casa de Moneda, pero que antes de la última etapa de impresión fueron sustraídos, adulterados y puestos en circulación de manera ilícita.

Pero eso no es todo. Durante 2008 se efectuó en la Casa Moneda una revisión de todos los pliegos de billetes de $ 5 mil, y se detectó que desde la bóveda de seguridad se habían sustraído cuatro pliegos de billetes, equivalente a la cantidad de 160 papeles.

Una fuente vinculada al caso sostuvo que durante la indagatoria, se obtuvo el testimonio de un ex funcionario de la Casa de Moneda, quien declaró que estaba en conocimiento de que al interior de la institución se sacaban billetes, monedas y estampillas. Se trataría de personas que trabajaron directamente en la elaboración del dinero. Dijo que algunos empleados manejaban billetes de $ 10 mil y que sólo les faltaba la tipografía.

Las sospechas apuntan a cinco ex funcionarios de la entidad, quienes fueron separados de sus labores por las irregularidades el año pasado y prestaron declaraciones ante la fiscalía. Ya se solicitó una audiencia para formalizar a los sospechosos.

La querella revela que en algunos casos la falsificación de billetes se realizó de manera burda y, en otros, se ocupó mayor tecnología. Si bien son tres los billetes impresos en la Casa de Moneda y que fueron falsificados, aún no hay certeza de la cantidad que puede estar en circulación. También señala que se vio vulnerada la custodia del papel moneda. "Ya no se trata de una situación puntual u ocasional, sino que una violación reiterada de este deber de custodia", se señala en la querella. El fiscal del Banco Central, Miguel Angel Nacrur, dijo ayer que la denuncia "involucra por primera vez materiales que se utilizan en la impresión de circulante legal". Agregó que el instituto emisor "ha robustecido todas sus exigencias de acuerdo a las últimas tecnologías de mercado en materia de control para la producción de billetes".