Si el peso chileno no se hubiese depreciado tanto frente al dólar el año pasado, la inflación podría haber terminado en 2015 dentro del rango meta del Banco Central, de entre 2% y 4%, según el Fondo Monetario Internacional.

En el informe de perspectiva económica regional titulado "Administrando transiciones y riesgos", publicado ayer, el organismo aseguró que "la contribución de la depreciación del tipo de cambio a la inflación en Brasil, Chile, Colombia y México ha aumentado en los últimos dos años y fue relativamente grande en 2015, alcanzando desde 1 punto porcentual en Chile a 2,5 puntos porcentuales en Brasil".

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) cerró el ejercicio pasado en 4,4%, por lo que, si se descuenta el efecto de la depreciación, el indicador habría finalizado en 3,3%.

"En Chile, la depreciación del tipo de cambio puede dar cuenta de una parte importante del desvío entre la inflación y su nivel objetivo que se dio en los últimos dos años", sostuvieron los expertos del Fondo.

La entidad cree que las bien ancladas expectativas de inflación a mediano plazo dan espacio al ente emisor para posponer nuevas alzas en la tasa de interés, dado que se espera que la brecha de producto se cierre sólo gradualmente.