En libertad y con la medida cautelar de vigilancia del Servicio Nacional de Menores (Sename), quedaron los seis estudiantes formalizados por agredir a Carabineros, luego del desalojo del Liceo Miguel de Cervantes, ocurrido la madrugada de ayer y que dejó como saldo 32 detenidos y una decena de efectivos policiales lesionados.
Manuel Zúñiga, fiscal de la Zona Metropolitana Centro Norte, comentó que los jóvenes acusados no tenían antecedentes anteriores y que fueron sorprendidos en la techumbre del establecimiento lanzando objetos contundentes, como escombros, palos y clavos a los uniformados que llegaron a levantar la toma, que se extendía desde el lunes de la semana pasada. "Incluso arrojaron dos cilindros de gas de 15 kilos cada uno, resultando dos carabineros con diversas lesiones, traumatismo encéfalo craneano y pérdida de piezas dentales", manifestó. Los heridos fueron llevados al hospital de la institución y permanecen en reposo total.
Los otros 26 detenidos fueron liberados y quedaron a la espera de una notificación por su responsabilidad en los múltiples destrozos ocurridos al interior del inmueble educacional.
Organizados
Tras la ocupación del Liceo Cervantes, profesores del recinto lamentaron los graves daños con que resultaron las aulas y laboratorios. Incluso, los casilleros de los docentes fueron abiertos. Luego de un recorrido del fiscal, se logró determinar que una de las salas sirvió de puesto de vigilancia para advertir sobre la presencia policial. En el lugar se encontraron cerca de 50 botellas que en su interior tenían pintura, cajas de alcohol y colchones con sacos de dormir.
La alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, lamentó los hechos y explicó que la determinación de desalojar se tomó tras una seguidilla de hechos violentos, que tuvieron su punto cúlmine el lunes, cuando "automovilistas denunciaron ser apedreados desde el estableci- miento, poniendo en riesgo la seguridad de los conductores y sus pasajeros", explicó.
El ministro Nicolás Eyzaguirre manifestó que "las tomas no ayudan en lo absoluto a la reforma educacional", apoyando a Tohá.
En tanto, el intendente metropolitano, Claudio Orrego, también aprobó el proceder de la edil, expresando que, "creo que es pertinente que los municipios se querellen contra quienes resulten responsables de este vandalismo", dijo.
A su vez, Antoine Fancelli, presidente del Centro de Alumnos, negó estos dichos. "Se nos acusó de apedrear autos, pero eso no es cierto. Se está tratando de deslegitimar la toma con mentiras". Eso sí, reconoció las agresiones a la fuerza policial: "Respondimos con violencia al actuar de Carabineros, que llegó usando la fuerza en forma desmedida". Los estudiantes denuncian que el 75% de su liceo tiene goteras y graves problemas de infraestructura. Desde el municipio aseguraron que los estudiantes serán trasladados mientras se construye un nuevo recinto.







