BASTA CON apreciarla desde la ventanilla del avión para comprobar por qué Fortaleza es conocida como el Caribe brasileño: aguas cristalinas, arenas blancas, filas de palmeras entre las cuales cuelgan coloridas hamacas, un sol que encandila y muchos bares frente sus costas con refrescantes cócteles y frutas, son el resumen de algunas de las mejores playas de Brasil. Y a pesar de que la habitan tres millones de personas y posee una moderna infraestructura urbana, en Fortaleza todo funciona a un ritmo relajado y playero. De hecho, probablemente será una de las menos caóticas durante los días mundialeros, pues el estadio Arena Castelão se ubica a 10 km del centro de la ciudad.

* Paradas obligadas

En Fortaleza todo funciona mirando al mar. En total son 25 kilómetros de playas urbanas y por eso los panoramas y puntos turísticos más importantes ocurren en sus balnearios. Para comenzar el día la mejor opción es instalarse desde temprano en la playa de Mucuripe y observar el espectáculo que ofrecen los pescadores que hasta allí llegan en sus “jangadas”, unos rústicos barcos a vela -la mayoría en mal estado- y que se convirtieron en el emblema de la costa del estado de Ceará.

Si de tomar sol o disfrutar de sus codiciadas hamacas y sobre todo practicar surf u otros deportes acuáticos se trata, entonces la playa de Futuro es la mejor opción, pues ofrece también excelentes restaurantes o “barracas” con wi-fi gratis a disposición de los turistas. Desde allí se puede caminar en dirección a la playa de Mereiles si lo que se busca es ponerse al día con su estado físico y practicar algún tipo de deporte, pues es el sector privilegiado de los fanáticos del running. Mientras que la playa de Iracemase se ubica en el punto perfecto para disfrutar de los bellos atardeceres de Fortaleza, específicamente, en su antiguo muelle conocido como el Puente de los Ingleses o Puente Viejo.

* Dónde comer

Como toda ciudad costera, el menú local  se basa en los pescados y mariscos que se extraen de sus costas, aunque en Fortaleza quien se roba el plato es la langosta (que en Brasil es más pequeña que la que conocemos en Chile) y la versión más popular de ella, el lagostim, que en realidad es un tipo de camarón que sólo se parece a la langosta. Por eso ponga atención a que no le vayan a vender, como dice el popular dicho, “gato por liebre”, pues es conocido que en más de algún restaurante intentan dar el “golpe”, como le llaman en Brasil al acto de engañar.

Mientras que el epicentro de la movida gastronómica ocurre en los barrios de Aldeota y Varota, los cuales con el paso del tiempo se fueron repletando de restaurantes y hoy ofrecen las mejores alternativas precio, calidad y opciones. Entre ellos destaca Coco Bambú (calle Canuto de Aguiar), que gracias a la generosidad de sus enormes platos es ideal para ir en grandes grupos. Docentes & Descentes se destaca por la preparación del feijão verde, plato preferido de los fortalecenses y que se prepara con queso fresco, arvejas y acompañado de arroz y carnes.

Una opción más popular es ir hasta el Mercado de los Peces, en playa de Mucuripe. Con  20 locales, ofrece platos preparados al instante con mariscos frescos y a un precio fijo de $ 1.300 chilenos. A pocos pasos del mercado se encuentran también restaurantes de mariscos y pescados con los precios más bajos de la ciudad. Aunque por supuesto, no espere encontrar lujos.

* Vida nocturna

Durante las fiestas nocturnas, las altas temperaturas de Fortaleza no son un impedimento para que en la mayoría de los locales todos prefieran bailar bien agarraditos, es decir, al ritmo del tradicional forró. La casa de show con más prestigio en este género es el Bar Pirata, el cual instauró todos los lunes como el día oficial de esta danza en una gran fiesta donde “se tira la casa por la ventana”.  Su popularidad ha sido tal que hasta The New York Times lo recomendó como un imperdible de la capital de Ceará.

Si prefiere otro ritmo, más en sintonía juvenil o con los surfistas que acostumbran a repletar algunas playas, entonces vale la pena visitar el Mucuripe Club (Maranguape 108) y bailar hits del rock y pop. Otra opción similar es el Orbita bar (Dragão do Mar 207) aunque el rock se suele escuchar sólo las noches de domingo. Ahora si lo que busca son fiestas populares, entonces déjese perder por las calles Centro Dragão do Mar de Arte e Cultura (Dragão do Mar 81), pues son tantos los bares que lo conforman que muchas veces se crean contagiosas y entretenidas fiestas esporádicas.

* Paseos en los alrededores

Si se cansó de la playa, entonces Beach Park, a sólo 28 km, es el lugar perfecto para seguir refrescándose. Considerado el mejor parque acuático de Brasil gracias a su excelente infraestructura con enormes y altos toboganes, piscinas con olas y juegos que caen a un río artificial. El  parque está a pasos de playa Porto das Dunas, en la que hay diversos bares dispuestos para quienes llegan por la tarde a disfrutar de la puesta de sol.

Si aún no está conforme con los balnearios que ofrece Fortaleza y quiere descubrir otras playas, entonces vaya hacia la pequeña villa de pescadores de Canoa Quebrada, ubicada a 164 km. A pesar de que en ella viven no más de 3.000 habitantes, es uno de los lugares más multiculturales de Ceará debido a que sus desérticos paisajes, playas tranquilas y ambiente donde el tiempo parece no avanzar, atraen cada temporada a más y más turistas de todas partes del mundo.

Mención aparte merecen las playas, dunas de arena blanca y lagunas de aguas transparentes en Jericoacoara. Un verdadero paraíso a 300 km de Fortaleza y que todavía conserva el estilo rústico que heredó de sus antiguos pescadores. Jeri, como también la apodan, es el punto de encuentro para quienes practican windsurf y kitesurf, pues allí desembarcan vientos alisios durante gran parte del año. El lugar tiene escenarios deslumbrantes que sin duda vale la pena conocer.