LI Weijie, millonario por esfuerzo propio, dirige su centro de esquí y golf en las afueras de Pekín y se considera un patriota: una estatua tamaño natural de Mao Zedong sobre un pedestal de cuatro metros domina la entrada de su centro. ¿Qué diría el Presidente Mao si supiera que Li es el orgulloso poseedor de una credencial de residencia canadiense? "Yo quería acceder al sistema educativo y a la salud de un país desarrollado", dice Li, de 43 años, cuyos otros negocios incluyen una de las empresas de taxis privadas más grandes de Pekín, dos concesionarios de autos y una empresa inmobiliaria.
Li tiene ahora una casa de US$ 6 millones en el Westside de Vancouver, famoso por sus chinos millonarios. Su mujer da vueltas en un Maybach negro por Vancouver, en tanto su hijo de 20 años conduce un Maserati gris oscuro para ir a clases en la Universidad de Columbia Británica.
Lo que comenzó como un goteo hace una década, cuando Li trasladó su familia a Canadá, se ha convertido en una inundación conforme las nuevas fortunas chinas solicitan pasaportes extranjeros o permisos de residencia en EEUU, Canadá, Australia, Singapur y Nueva Zelandia.
Este año, en EEUU casi 3.000 ciudadanos chinos han solicitado hasta el momento visas de inversor, contra 270 en 2007. Esto representa 78% del grupo total de solicitantes para este tipo de visa, según los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EEUU.
La visa de inversor en EEUU requiere una inversión mínima de US$ 500 mil por parte del solicitante en un proyecto comercial en EEUU que emplee por lo menos a 10 estadounidenses en un plazo de dos años.
El apetito por emigrar representa una actividad muy intensa para gente como Jason Zhang, un corredor de Realty Direct Boston, una rama de una cadena nacional. La oficina de Zhang se especializa en instalar a chinos en la zona de Boston. Dice que este año ya ayudó a docenas de familias chinas a comprar casas y autos -los emigrados suelen pagar en efectivo, dice- y encontrar las escuelas adecuadas para sus hijos, en tanto hasta hace unos años eran dos o tres familias. Suburbios adinerados como Weston y Lexington son las principales elecciones.