En los últimos días, la plana ejecutiva de Chilevisión esperó en vano la llegada de los abogados y auditores de Linzor Capital Partners, quienes se encargarían de hacer la auditoría legal y financiera, uno de los últimos pasos para sellar la venta del canal.
La audiencia de los representantes del fondo de inversión chileno obedecía a dificultades que ayer se tradujeron en que la transacción se diera por fracasada por las partes, según fuentes cercanas a las negociaciones, que hablaron bajo la condición de no ser identificadas.
Las mismas fuentes añadieron que tras varios días de búsqueda de fórmulas para salvar la venta, los encargados de las tratativas se encontraron en un callejón sin salida.
"Ya no había sobre la mesa nada nuevo que explorar. Técnicamente fracasó", señalaron a La Tercera. Añadieron que probablemente hoy o mañana se dará a conocer un comunicado dando cuenta de lo ocurrido.
El escollo que no se pudo superar está relacionado con el número de años de la concesión de la señal del canal. La señal pertenece a la Universidad de Chile y, según el contrato vigente, la concesión debería renovarse por 25 años el 2018. Chilevisión tiene un contrato de usufructo de la señal desde 1993, cuando la universidad debió traspasarla a privados.
Las fuentes no informaron cuál fue el problema específico respecto del plazo de la concesión que habría terminado por abortar la venta del canal del Presidente Sebastián Piñera. Uno de los requisitos para finiquitarla era obtener la autorización de la Fiscalía Nacional Económica para la operación.
La venta fue anunciada el 15 de mayo, tras más de dos meses de negociaciones, en las cuales hicieron ofertas grupos extranjeros y nacionales. Linzor habría ofrecido cerca de US$140 millones y le otorgó la participación accionaria a la plana ejecutiva del canal, estimada en 2% y 5%.
El fracaso de las negociaciones reabre uno de los problemas políticos que más complicaron al Presidente antes y después de su toma de posesión. La decisión inicial de Piñera era conservar el canal y traspasarlo a una fundación.
Fue a la semana siguiente de asumir el mando que el Presidente se abrió a vender, en medio de fuertes críticas de la oposición -y de la propia UDI- por el conflicto de interés que representaba ejercer su cargo y ser dueño de un canal.
Hasta el anuncio de la venta a Linzor, todas las designaciones de cargos públicos relacionadas con la televisión (Consejo Nacional de Televisión y TVN) permanecieron trabadas. La excepción fue el nombramiento de Leonidad Montes, en la presidencia de TVN.
"La venta de Chilevisión, junto a la Clínica Las Condes y Lan Airlines, todas ellas materializadas durante el presente año, confirman el cumplimiento pleno e íntegro de los compromisos voluntarios adquiridos por el Presidente Piñera, respecto de su desvinculación en intereses comerciales", se señalaba en el comunicado en el que Bancard -sociedad del Presidente- dio a conocer la venta el 15 de mayo.
Las fuentes consultadas por La Tercera aseguraron que la voluntad de vender por parte del Presidente se mantiene y que se iniciará la búsqueda de nuevos compradores.