Las buenas críticas no son suficientes para mantener un show al aire, menos si es en una de las tres grandes cadenas de TV abierta norteamericana, así que en marzo del año 2000, cuando Freaks and geeks iba en su episodio número 12, un ejecutivo de NBC decidió cancelarla por tener números de audiencia más bajos de lo esperado. Se unía así al extenso cementerio de shows de corta vida, aunque la historia enseña que al menos en el mundo de la cultura, el entretenimiento y todo lo que pueda ser registrado sí existe la resurrección y la vida eterna.

Y el caso de Freaks and geeks es ejemplar: con el tiempo su primera y única temporada se transformó en un tremendo fenómeno de culto, alimentado primero por el boca a boca y las buenas reseñas, más tarde por la edición del DVD, la consagración de los nombres que la hicieron posible (como los entonces desconocidos James Franco, Seth Rogen y Judd Apatow) y bendecido finalmente por su arribo al Netflix norteamericano y su edición de colección en Blu-ray. A Chile no había llegado oficialmente. Hasta ahora, que Netflix la subió.

La serie, que finalmente tuvo 18 capítulos, es un retrato en tono comedia/drama de la vida de los alumnos de una típica high school gringa en los años 80. Pero no exhaustivo: únicamente de los freaks y los geeks, quienes no son ni populares, ni completamente adaptados, como los que aparecen en series tipo Beverly Hill 9210, un cliché que su creador, Paul Feig, quería evitar.

Los freaks son aquí un clan de rockeros, rebeldes y malportados; mientras que los geeks, niños de buenas notas y malas habilidades sociales. La ficción se articula en torno a dos protagonistas: Lindsay (Linda Cardellini), una adolescente que, aburrida de ser tan estudiosa, sigue los pasos de los freaks, y su hermano Sam (John Francis Daley), un par de años más joven, un geek que arranca del bullying y lucha por ser más normal.

Si hay algo reduccionista, son solo las etiquetas del título. La serie está muy lejos de la caricatura: ha sido elogiada por capturar la adolescencia y sus batallas en toda su complejidad, comprendiendo y dignificando unos personajes que es difícil que no resulten entrañables. En revista Time fue elegida la tercera mejor serie de la década del 2000, superando a otras emblemáticas como The office o Los Soprano.

Con su singular fusión de humor y drama, adelantó una mirada que más tarde defenderían películas como Superbad, series como Love o cualquier producto asociado directa o indirectamente a Judd Apatow, productor ejecutivo de Freaks and Geeks, además de director y guionista de varios capítulos.

Apatow saboreó con ella el fracaso en términos comerciales, pero a la vez sentó las bases de su hoy reconocida factoría. A Variety le dijo que incluso hoy le cuesta aceptar que la serie fuese cancelada. "Todo lo que he hecho, en cierta forma, es en venganza hacia la gente que canceló Freaks and geeks", afirmó.

Reencuentros

No solo Apatow tuvo su revancha, sino gran parte de quienes participaron. Actores como James Franco, Jason Segel y Linda Cardellini son nombres hoy importantes en la industria. Lo mismo sucede con Seth Rogen, quien creció al alero de Apatow también como guionista y director. Paul Feig, por su parte, se consagró como director.

Tan grande es el culto, que les es difícil escapar de la estela dejada por el show. Cardellini ha dicho que no hay entrevista en que no le pregunten por Freaks and geeks. James Franco guiña a menudo a la serie, con chistes en la película This is the End (de Seth Rogen) o sketches para el canal AOL, además de tener que dar su opinión sobre la loca idea de una segunda temporada. Especialmente desde que Apatow abriera una mínima rendija de posibilidad al decir que "nunca se sabe".

Lo que sí han habido son reuniones del elenco. La última fue el 2013 para Vanity Fair, cuando el show tomaba vuelo en el Netflix norteamericano. La revista produjo una sesión de fotos con el reencuentro e hizo un largo reportaje sobre la historia detrás de la serie. Fue en el contexto de un número completo dedicado al género de la comedia y con Judd Apatow de editor del especial. Otra de sus venganzas.