"Tuvimos un programa de gobierno que tuvo mucho título, mucha aprensión y mucho matiz, y terminó siendo como lo definió la DC: un acuerdo programático más que un acuerdo de coalición con visión estructurada". Así, el futuro presidente del PPD, Gonzalo Navarrete, expone el diagnóstico elaborado junto a otros dirigentes que liderarán el partido desde el 22 de mayo.
En varias conversaciones, los dirigentes han analizado los dos años del gobierno de Michelle Bachelet y la implementación del programa. En medio de permanentes diferencias en el oficialismo por algunas reformas, Navarrete advierte que uno de los roles de su gestión será generar una agenda programática clara con miras a un eventual próximo gobierno. Esto, porque -a su juicio- el principal error del bloque fue impulsar un programa sin debatir sus contenidos. "El problema fue que Bachelet era tan potente que se sumaron todos a su figura más que al debate programático", dice, junto con señalar que "lo más relevante del programa era qué queríamos hacer de verdad y qué era lo más relevante, y en eso no hubo debate".
Así, apunta a la baja del respaldo ciudadano a la jefa de Estado. "Cuando la gente se desafectó de la figura de la Presidenta, quedó un programa sobre el que no había la convicción que suponíamos que había", lamenta.
En su diagnóstico, menciona el complejo escenario actual: "En salud jamás tuvimos norte, y alguien terminó diciendo que había que aumentar hospitales, cuando la prioridad es la atención primaria. En seguridad hicimos una agenda corta que diluye cualquier unidad, porque jamás tuvimos una propuesta integradora. Tampoco tuvimos una propuesta de reforma de educación superior".