Richard Gasquet (9º) enfrentaba al español David Ferrer (4º), en el primer duelo de cuartos de final del US Open. La intención del francés era meterse por segunda vez en su carrera en las semifinales de un Grand Slam.
La vez anterior fue hace tiempo, en Wimbledon 2007, cuando cayó ante Roger Federer. Había tenido altos y bajos, por lo que ese resultado parecía ser el paso necesario para su consolidación definitiva.
Pero en su camino se cruzó un beso, siete en realidad, de los que todavía se arrepiente.
Sucedió el 27 de marzo de 2009, cuando, tras retirarse en Miami, visitó un club nocturno en el que se involucró con una mujer llamada Pamela. Este encuentro no tendría mayor trascendencia hasta el 9 de mayo de ese año, cuando arrojó positivo por cocaína, una situación que indignó al tenista.
"Comprendo las sospechas. Pero lo repetiré tantas veces como sea necesario: nunca he tomado esa mierda. En el circuito nadie toma cocaína. Tenemos miedo de todo. Cuando tengo que tomarme una aspirina, llamo 10 veces al médico para estar seguro de que puedo", señaló en su momento.
Inmediatamente, recibió el respaldo de su amigo Rafael Nadal. "A Gasquet, por supuesto, que le mando todo mi apoyo, estoy ciegamente convencido de que no ha tomado cocaína", dijo.
La ATP lo sancionó con un año sin jugar. Apeló al Tribunal de Arbitraje Deportivo, argumentando que la chica a la que besó tenía rastros de cocaína. Y aceptaron su tesis. La cantidad de la droga era ínfima. Su castigo se rebajó a dos meses y medio.
Hoy, lejos de la polémica, el francés ha vuelto a los primeros planos y ayer lo demostró en el US Open, al eliminar a Ferrer, en un partido que se le complicó más de la cuenta: luego de tres horas y 23 minutos, se impuso por 6-3, 6-1, 4-6, 2-6 y 6-3.
Por un cupo a su primera final de un "grande" enfrentará a su amigo Rafael Nadal, quien anoche "barrió" a Tommy Robredo.