Proyectar tranquilidad. Esa fue la intención de George W. Bush cuando el 11 de septiembre de 2001, en momentos en que visitaba una sala de clases de un colegio en Florida, fue informado al oído de que un segundo avión había impactado contra las Torres Gemelas de Nueva York. Así lo asegura el ex Presidente de EE.UU. en una entrevista que se dará a conocer a fines de agosto, en la que desvirtúa la versión que durante años han difundido sus críticos sobre la falta de reacción del entonces mandatario, en un momento tan dramático como ese.

"Mi primera reacción fue la ira. ¿Quien demonios haría eso a Estados Unidos? Luego, inmediatamente me concentré en los niños, y en el contraste entre el ataque y la inocencia de los niños", declaró Bush al canal National Geographic, en una extensa entrevista, cuyos detalles dio a conocer la agencia británica Reuters.

El ex gobernante dijo que podía ver a los periodistas en la parte posterior de la sala de clases recibiendo también la noticia a través de sus teléfonos celulares: "Era como ver una película muda", sostuvo Bush.

"Así que tomé la decisión de no saltar y abandonar inmediatamente la sala de clases. No quería poner nerviosos a los niños. Quería proyectar una sensación de calma", dijo, al justificar su decisión de guardar silencio. "Yo había estado en suficientes crisis para saber que la primera cosa que un líder debe hacer es proyectar calma", aseguró.

La inusual entrevista de Bush, de una hora de duración y que será transmitida el 28 de agosto, forma parte de la programación de National Geographic Channel, con motivo de los 10 años de los ataques de 2001.

La conversación fue grabada el 3 de mayo pasado, el día siguiente y el subsiguiente de la muerte de Osama bin Laden, y en ella, el entrevistado no tuvo acceso al cuestionario previamente ni Bush llegó con apuntes al encuentro.

National Geographic declaró que la mayor parte de la entrevista es sobre los primeros minutos y horas del día en que un grupo de suicidas secuestró cuatro aviones y atacó el World Trade Center y el Pentágono.

Tras saber de los atentados, Bush dijo que entre su inquietud estaba el saber cómo estaría su familia. "Una de mis preocupaciones, como la de muchos otros, fue '¿estará bien mi mujer? ¿Laura estará bien?'. Y mi segunda preocupación fue '¿estarán bien nuestras hijas?'", dijo.

El ex presidente también recuerda el momento en que visitó la Zona Cero, el 14 de septiembre de 2001: "Desde el aire parecía... una cicatriz gigantesca. Pero cuando realmente llegué a la zona, fue como entrar en el infierno".

En vista de la reciente muerte de Bin Laden, acusado de ser el principal responsable de los ataques de 2001, Bush reveló que "el Presidente Obama me llamó y me contó que Osama bin Laden había sido muerto. Lo felicité a él y a los agentes especiales que llevaron a cabo una misión tan peligrosa. Me sentía agradecido. No sentí ningún tipo de alegría o jubilo. Experimenté una sensación de cierre. Y sentí gratitud, porque se había hecho justicia".

"Al final, el 11 de septiembre será un día en el calendario, será como el día de Pearl Harbor (cuando Japón atacó a EE.UU. en Hawai, el 7 de diciembre de 1941). (...) Para aquellos de nosotros que lo vivimos, será un día que no olvidaremos nunca", concluyó Bush en la entrevista.