Puntual llegó ayer a la sede del PS el presidente de la DC, Ignacio Walker.

En su calidad de vocero de la Concertación, el senador de la falange rechazó las críticas del gobierno y reafirmó el respaldo del conglomerado a la protesta nacional, convocada por la CUT para el miércoles y jueves de esta semana.

Aunque la presencia de Walker -quien mantiene en suspenso la postura de su partido frente al paro- había sido puesta en duda la noche anterior, éste encabezó la ofensiva opositora en favor de las movilizaciones por reformas sociales, laborales, tributaria y una nueva Constitución. "Los cuatro presidentes de partidos de la Concertación adherimos a las legítimas demandas de la CUT y rechazamos de manera categórica las declaraciones imprudentes y destempladas del ministro Hinzpeter", dijo el senador, al tiempo que pidió a La Moneda no trasladar la responsabilidad del conflicto.

La presencia de Walker -flanqueado por los timoneles del PS, Osvaldo Andrade; del PPD, Carolina Tohá, y del PRSD, José Antonio Gómez- supuso un golpe para La Moneda. Hasta ahora, el timonel DC se había desmarcado de las iniciativas más duras de la oposición frente al gobierno.

El Ejecutivo, por su parte, intensificó sus intentos por acusar la intransigencia de las filas opositoras y traspasar a la Concertación los costos de una movilización que prevén tendrá focos de violencia y donde no se descarta paralización de servicios básicos.

Así, tras comunicarse con el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, el vocero Andrés Chadwick fue el encargado de responder a los jefes de partidos.

"Los llamo a pensar en Chile, porque llegar tarde a una marcha y quedar quizás al final de esa marcha, no es respetado por nadie", dijo. A renglón seguido, el vocero comparó el papel que jugó la Alianza mientras fue oposición con el desempeño actual de la Concertación. "Siempre fuimos a un diálogo, a buscar la unidad, a colaborar con el gobierno cuando había un interés de país. Nunca fallamos, porque siempre pensamos en Chile. Les pregunto a los presidentes de la Concertación: ¿por qué no lo ha- cen ahora?", remató Chadwick.

Horas después, la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, reiteró que la protesta convocada por la CUT tenía motivaciones políticas. "Están tratando que este gobierno no pueda gobernar", señaló en Tolerancia Cero.

El presidente de la CUT, Arturo Martínez, en tanto, señaló ayer que la movilización cuenta con el apoyo de más de 80 organizaciones sociales y sindicales, incluyendo a los dirigentes que han liderado las demandas estudiantiles. Además, informó que las protestas incluirán cacerolazos -a partir de la noche de mañana- y que se culminará el jueves con marchas en cuatro puntos de Santiago, para las cuales no solicitarán autorizaciones a la Intendencia.

Complejo clima

En el gobierno y la Concertación coinciden en que el enfrentamiento de ayer agudizó el deterioro en las relaciones y dificulta la posibilidad de encauzar un diálogo. El tema preocupa a La Moneda, donde analizan que podría entorpecer el avance de los proyectos enviados por el Ejecutivo para des- trabar el conficto estudiantil. En esa línea, anoche, el Presidente convocó al comité político y al ministro de Educación, Felipe Bulnes a su casa.

La idea era afinar el ingreso y el escenario de tramitación de los proyectos anunciados en beneficio de los estudiantes. Junto con ello, se esperaba analizar el plan de seguridad que se desplegará a mediados de semana para enfrentar la primera protesta nacional convocada en contra del gobierno de Piñera.