Fausto Gresini, dueño de las escuderías de Moto2 y MotoGP, en la que militaba Marco Simoncelli, anunció tras una larga reflexión que sus equipos participarán en el Gran Premio de Valencia, última fecha del campeonato, para rendir un homenaje a su piloto fallecido. "La decisión de participar no fue fácil, pero la hemos tomado así, porque es lo que Marco hubiera querido", dijo Gresini.